En Londres (que no es sospechoso de ser podemita) esto se lleva haciendo mucho tiempo. Pero en realidad para acabar con la contaminación la solución es acabar ya con el poder de las petroleras y apostar por vehículos eléctricos que son sobradamente eficaces.
Como demuestra el estudio este, es natural pensar que las desigualdades son justas, en la medida en que cada ser humano es desigual en capacidades. Hay unos más listos que otros, o más productivos, o siemplemente con más suerte que otros. Pese a que suene cínico, si alguien está en la pobreza extrema muy probablemente sea por culpa suya (drogadicción, abandono de los estudios, poca dedicación al trabajo...).
No digo que haya gente que no tenga culpa ninguna de su mala situación, pero es muy excepcional, al menos en los casos que conozco de primera mano.