#26 Mucha razón tiene. Con matices, por supuesto. Generalmente, lo que suele funcionar con las clases, lo hace durante un periodo prolongado de tiempo, hasta que el cambio generacional lo convierte en lo suficientemente anticuado como para que deje de hacer el efecto deseado. Es entonces cuando el profesor ha de buscar otros métodos para conseguir un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje.
Esto se nota especialmente en secundaria. Si lo piensas, en primaria hay una carrera universitaria, por lo que durante esos años, se forman en métodos pedagógicos y suelen tener bastantes tablas cuando salen al mundo laboral. Hasta hace unos años, lo único que se requería para enseñar en secundaria era el CAP, que eran unos meses de formación básica con unas prácticas que solían consistir en ver cómo daba clase otro profesor de secundaria. Por lo tanto, cuando salían a la palestra, su método pedagógico se basaba en lo que habían visto durante su educación formal, y lo que ellos quisiesen experimentar o investigar. De ahí el foco en la innovación, y los cursos de reciclaje.
Sin embargo, la sociedad de la información los golpea a todos, profesores incluidos. Personalmente, no conozco muchos profesores que hayan dejado de lado la búsqueda de nuevas maneras de dar clase. En mi opinión (más o menos fundada, cada uno dirá), lo que hace falta a veces es el compartir recetas pedagógicas que funcionen y que te expliquen cómo llevarlas a cabo. Esto último es importante porque requiere una inversión de tiempo y esfuerzo del cual los alumnos tienen que sacar rédito y el profesor no tiene que ver un lastre, ya que van a juzgarle no sólo por cómo da la clase, sino por la cantidad de objetivos que cumpla al final de año.
Hemos tenido bastante suerte (aunque no los habitantes de Must Farm). Los yacimientos más completos que se conservan son por abandono repentino de sus habitantes, ya sea por guerras, accidentes naturales o, como en este caso, incendios. Gracias a eso encontramos objetos que de otro modo se habrían llevado consigo. Además, entra otro factor, que es el río. Si bien fibras vegetales y maderas se degradan más rápidamente en la tierra, el agua permite que dichos elementos se conserven en mejor y durante una cantidad más prolongada de tiempo (por supuesto, hay factores que influyen como las corrientes o la salinidad).