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1. De Juana tiene derecho a una muerte digna. Si decide no comer, adelante. Espero que esta vez sea de verdad, no como la otra, aunque tantos días en huelga de hambre y todavía vivo hacen sospechar lo peor.

2. No puedes criticar que 12 años sean muchos por amenazas y aceptar los seis meses que ha cumplido por cada asesinato. Tal vez ambas situaciones sean injustas, pero si tengo que elegir cuál lo es más, voto por el castigo ínfimo para sus crímenes.

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Dicen que Farruquito pidió perdón en la entrevista a la familia de la persona que mató. Si de verdad está arrepentido, puede hacer algo muy sencillo: entregar a la viuda el dinero de esa entrevista. Si no lo hace, además de un asesino cobarde que intentó cargarle el crimen a su hermano pequeño será un hipócrita aprovechado.

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#1, además de la gramática, aarkerio también ignora lo que es un diccionario: ¿Apáticos? querrá decir "reacios".

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#24, ¿estás seguro? Yo, por ejemplo, estoy totalmente en contra de los sindicatos, por razones personales que no voy a entrar a debatir ahora. Y sospecho que los partidos políticos no son la institución mejor valorada por los españoles.
Como decía #13, la mejor solución es que cada organización se mantenga con las cuotas de sus asociados. Así ni Bassi tiene que subvencionar a la Iglesia, ni las beatas a las Coordinadora de Gays y Lesbianas, ni los socialistas al PP, ni los militares en la reserva a los sindicatos.

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#7 barbaridad es que un asesino múltiple que no se arrepiente de sus crímenes y que está dispuesto a continuar matando pueda salir a la calle.
Injusticia es que la abuela de los huérfanos de los Jiménez Becerril, además de criar a sus nietos, tenga que pagar impuestos para mantener a la bestia que dijo que "le encantaba ver las caras desencajadas de los familiares en los entierros", refiriéndose a estos niños y a sus familiares.
Sufrimiento es tener que levantarte cada día sabiendo que te falta un ser querido, porque un canalla como De Juana se creyó con derecho a matarlo.

La compasión, amigo hYs0, déjala para los que la merecen. Para mí la vida de De Juana vale menos que la de una cucaracha.