He leído muchas y diferentes cosas acerca de las vacunas. Desde que el óxido de grafeno venenoso era su ingredientde principal, por ser armas biológicas de un evento de despoblación masiva (incluida la de la gripe del 2019 y negar el covid) hasta que contenía restos de fetos abortados, o precursores de la proteína spike, soltadora de ganchos al torrente y paredes y provocaba trombos o incluso hasta contarme que la mitad de las Astra Zéneca son placebos. Total que, o por falta de información, que nos aclararan a mí y a todo el sector sanitario en cualquier escalafón, que andan igual de perdidos, los disidentes no han querido vacunarse. Si a ésto añadimos la reciente preocupación por la supuesta esterilidad, la imantación que se padece, los Bluetooth que ls detectan, o lo más escandaloso, que los prospectos de la vacuna Janssen aparezcan en blanco, hace más que dudar de su seriedad o que preocupe más de la cuenta por el genocidio que vendría. Menos mal que esta pasada semana, han cambiado e n todo el territorio español, los toros de Osborne que quedaban, por borreguitos de Vernel, que nos identifican más y mejor.
El mismo comentario, pero modificado, que no dan suficiente tiempo para corregir o ampliar...
He leído muchas y diferentes cosas acerca de las vacunas. Desde que el venenoso óxido de grafeno era su ingrediente principal, por ser armas de destrucción biológica de un evento de despoblación masiva (incluida la de la gripe del 2019 y así negar el covid) hasta que podían contener restos de fetos abortados, o que llevaban precursores de una tal proteína spike, soltadora de ganchos al torrente y precursor de los famosos trombos; o incluso he llegado a oír afirmar, que la mitad de las vacunas Astra Zéneca eran placebos. Total que por esa falta de información, o desinformación que nos podían haber aclarado a mí y a todo el sector sanitario en cualquier escalafón, todas las dudas, creo que por eso los disidentes no han querido vacunarse. Si añadimos la supuesta esterilidad que en muchos inmunizados parece que produce o la imantación real que la tele calla, en el hombro del vacunado, y sin olvidar tampoco la aplicacion BLE scanner (para móvil) que detecta a los vacunados (por el Bluetooth) o que los prospectos de las vacunas Janssen aparezcan todos en blanco, hace más que dudar de su eficacia, o incluso finalidad; pobres negacionistas que se creen estar viviendo un genocidio y son los que más sufren. Menos mal que aquí en España, la pasada semana cambiaron ya en todo el territorio a todos los toros de Osborne que quedaban, por unos borreguitos contemporáneos (de Vernel) que nos identifican más y mejor.