#1 Más bien de tontos del culo que los tienen como mascota, los suelten o no, o se le escapen o no.

#67 o haztle a tus hijos unas palomitas en el microondas de esas de paquete.

#23 hace unos diez o 15 años vi un documental en documentos TV sobre una pediatra francesa que mostraba relación estadística entre la exposición a bpa de mujeres embarazadas y la feminización de los bebés (recuerdo que medía la distancia entre el pene y el ano al nacer). Por lo visto fue uno de los primeros estudios que levantó la liebre. Se trataba de un trabajo de campo, estudiando y midiendo niveles en mujeres y bebés.

Años después empecé a ver biberones con el BPA free en la etiqueta, y me sorprendió gratamente.

Luego me enteré de lo de las latas, cajas de pizza, tickets, paquetes de palomitas para microondas, etc, etc... Y bueno, aquí seguimos con el tema.

Si eso es una media, el tramo verde se habrá desplazado ahí en cuanto Amancio Ortega ha cumplido 65 años.

Y ahora en serio. Algunos imbéciles hablarán ahora de reducir pensiones para igualar a los jubilados a la miseria del resto.

Esto se soluciona subiendo los tipos de interés, ya veréis.

#5 Se llama yo-yo por algo. Te verás avocado al onanismo, jamás ligaras con eso.

#45 Por defecto no, hay que configurarlo. Aún así creo que depende de algún otro parámetro.

Bueno, yo tengo mi buhardilla aislada con restos de la industria textil. No es ropa usada, pero igual es una forma ingeniosa de usar un desecho.

La venden en forma de planchas de 4 cm de grosor de 1 metro por 80cm, o algo por el estilo, no recuerdo exactamente. Son baratas en comparación con el poliuretano (extruido o expandido), fáciles de trabajar, y funcionan muy bien si le pones el grosor suficiente y sin apelmazar.

#23 creo que en general no tienes razón. Con guerra o sin ella cobran igual a final de mes

Klín klín klín!

... y lo sabes

Y encabezando el artículo... Foto de gimnasta abierta de piernas

Me imaginaba algo más así

Cada año se reduce la esperanza de que podamos revertir o siquiera parar esta locura. Pero nadie lo para. Y si nadie lo para, preparate para lo que se prepara. Como dice la canción.

#23 tienes razón. Pero resulta ofensiva ya la cantinela esa de que tenemos lo que nos merecemos. Por muy tentadora que sea esa simplificación, resulta que la catetada de una minoría influenciable que vota en contra de sus intereses, le está saliendo cara a mucha gente inocente que, o votamos a una izquierda dividida e inútil, o simplemente no votaron por hartazgo.

Pero vamos, que igual pasa lo mismo en breve a nivel nacional.

#20 bueno, tengo que decir que a día de hoy, con 20 años de carnet, nunca me han puesto una multa.

Mi opinión, sería que ojalá hubiera más policía cazando Fitipaldis por ahí. Pero con los radares, he visto gente frenar para no salir en la foto, y luego acelerar de nuevo. Ya se los conocen.

Y lo de ir en automático, me refería a no ir mirando las señales. Los imprevistos se ven mirando el tráfico, no el velocímetro

#2, #6 más que la noticia sobre ese radar, lo interesante es el ranking del final.

#1 pasó algo parecido con uno que aparece en el ranking en Sevilla. Estaba a 80, zona con cero accidentes, cero peligro (que me he llevado años pasando por ahí a diario en horas punta). De pronto un día lo pusieron a 60, y ya está en el ranking. Además, ya hay restos de colisiones por alcance de vez en cuando. Y es que como te coja desprevenido te pasas (de pasar todos los días, ya no miras las señales, vas en automático).

Habría que estudiar los datos, pero me da la impresión de que al menos en ese caso han provocado más accidentes al bajar tanto el límite.

#54 es cuestión de naturaleza y equilibrio. Ahora que estamos asistiendo al desarrollo increíble de la inteligencia artificial, en universo lo compensa incrementando en igual medida la estupidez natural.

#3 la antítesis del porn, que nadie las ve hasta el final

#8 a mí me cuadra si se refiere a cada planta del edificio

#54 Alcaparras no, algarrobas

Todavía se sigue haciendo, al menos por el sur. Yo compro de vez en cuando. Tiene un sabor algo fuerte, parecido al chocolate, que o te encanta o lo odias.