Un terremoto de 3.4 grados en la escala de Ritcher se produjo en el mar esta mañana a 25 kilómetros al este de Santa Cruz de Tenerife y una profundidad de 33 kilómetros entre las islas de Tenerife y Gran Canaria, según informa a CANARIAS24HORAS.COM el Instituto Geográfico Nacional con sede en la isla tinerfeña. El movimiento se dejó sentir a las 8.45 horas (07.45 hora GMT), alertando a los vecinos que permanecían en los pisos más altos de la capital tinerfeña.
Un estudiante captó con su cámara el momento en que el terremoto de 7.8 grados en la escala de Ritcher sacudió el sur de China. En las impresionantes imágenes se puede observar el pánico que sintió uno de sus compañeros, quien se escondió debajo de una mesa durante el fuerte temblor, con el fin de protegerse.
El ciclón Nargis ha provocado en Myammar 23.000 muertos pero esta catástrofe, como otras muchas, no era imprevisible. El impacto del ciclón hubiera sido mucho menor previniendo la degradación que se produce en muchos sistemas deltaicos por la puesta en cultivo de los manglares, o evitando el uso de viviendas de madera, sin protección, a pocos metros del nivel del mar. Estos factores son los que condicionan muchas catástrofes calificadas erróneamente como “naturales”.
Actuaciones imprudentes como construir en una rambla provoca con demasiada frecuencia situaciones catastróficas indeseables. Mucho se habla cuando ocurren estos eventos de la “furia de la naturaleza”, cuando lo cierto es que la causa única de un gran número de desastres no es otro que la acción irresponsable de una ocupación del territorio desordenada.
Este terremoto parece estar asociado a una estructura tectónica de dirección NE-SW situada entre la Isla de Tenerife y Gran Canaria, paralela a la costa oriental de Tenerife. Ya ha habido otros terremotos localizados en esa zona, todos moderados pero alguno, como el de mayo de 1989, causó mayor alarma. Es interesante estudiar este tipo de sismicidad por su relación con la actividad volcánica en la zona.