Cito el título de un artículo de opinión que he leído hoy a ese respecto: "No veo qué ganamos las mujeres". Como dice la autora, "Nunca me he sentido excluida de forma gramatical alguna, singular o plural, ni creo que los hombres se sientan discriminados al ser aludidos, en singular y en plural, como artistas, periodistas, trapecistas, etcétera. Sin duda aquí se ha producido un error, aunque haya sido con la mejor intención. Aquí se ha confundido sexo con género, biología con gramática, gimnasia con magnesia".
La reivindicación de la igualdad de la mujer no pasa por cambiar cosas de forma absurda, vamos... Con todos mis respetos, la mujer que se sienta ofendida por que se utilice el plural masculino genérico para referirse a ella es que se ha creado ella misma un complejo de inferioridad...
Qué se puede esperar de un país en el que una mujer demandó al fabricante de microondas por no poner en el manual de instrucciones que "no se debían meter gatos" (la mujer tuvo la feliz idea de meter el suyo para que se secara y el pobre, CONTRA TODO PRONÓSTICO, no sobrevivió a la hazaña), y por lo visto ganó... (o eso cuenta la leyenda).