#43 El éxito de Airbus comenzó a fraguarse mucho antes del declive de Boeing, con decisiones como apostar por los materiales compuestos o la comunalidad de cabina (años 70-80). Airbus adelantó por primera vez a Boeing en ventas anuales en los primeros años del siglo XXI.
Y no, la capacidad de de fabricación de Airbus no es la misma. En 2005 solo había 2 líneas de montaje de los single aisle (Toulouse y Hamburgo), mientras que ahora tienes además Mobile y Tianjin, cada una de ellas con capacidad ampliada (es decir, ya no solo producen un modelo de la familia, sino cualquiera de ellos). A efectos prácticos, en breve estarán funcionando 7 líneas de montaje (Hamburgo, Toulouse y Tianjin dobles + Mobile)
Y no olvidemos que tanto Boeing como Airbus redujeron sus rates de producción intencionadamente durante el periodo Covid, lo que cortó la tendencia que llevaban al alza. En ambos casos, están adaptando las factorías para adecuarse a la demanda de mercado. De acuerdo al profit warning de Airbus de hace unas pocas semanas, la producción se quedo por debajo del target de 2023 en solo 30 unidades, lo que supone menos de un 5% por debajo.
Ahora me empieza a preocupar Airbus. No paran de vender, cierto, pero su capacidad de fabricación sigue siendo la misma, por lo que no puede atender la creciente demanda a corto-medio plazo. Y la solución no es abrir más factorías y contratar a más trabajadores (ojo, que aquí no hablamos de mozos de almacén -sin ánimo de menospreciar- sino de personal formado y altamente cualificado, los cuales son muy escasos y difíciles de encontrar). Mi temor es que acaben como Boeing, haciendo subcontratas para "dinamizar" la producción (o sea, fabricar más rápido y ahorrarse costes, pero a costa de la calidad y control del proceso de fabricación y montaje). En resumen, el auge de Airbus en muy gran medida (sin quitarles mérito) se debe a la desgracia de Boeing. Crecer a costa de la desgracia de otros es un arma de doble filo que puede volverse en tu contra.
Si es cierto que Boeing está tratando de hacer un esfuerzo para arreglar la situación, y está tirando los precios de venta a mínimos históricos (un 737 Max antes de la crisis de Boeing era más caro que su equivalente en Airbus, pero luego sus costes de operación y mantenimiento eran mucho menores en comparación con los Airbus), pero a pesar de igualar o llegar a reducir el precio de venta con respecto a Airbus, el problema está ahí: cada vez hay un porcentaje mayor de pasajeros que en la agencia de viajes preguntan si el avión en el que van a viajar es un Boeing (les da igual el modelo), y de esos muchos prefieren incluso pagar más por evitar volar en uno de esos -o incluso no viajar-.
El daño y la crisis de confianza ya están ahí, hasta el punto que ni los propios trabajadores de la Boeing confían plenamente en sus productos. Y eso no se arregla cambiando de CEO o con una campaña de marketing, o bajando el precio de venta. En cuanto a Airbus, ya conocéis el dicho, cuando las barbas de tu vecino veas quemar, pon las tuyas a remojar.