#8 En su día hice el cálculo de volumen comparado con un barco moderno y salía como si en un portaaviones de los grandes americanos fuese 1 persona.

#72 Esta tendencia ya viene en estudios de Japón.
Para mi se trata de optimizacion de tiempo/ocio y disparidad sexual. El hombre ha tenido el rol de buscar el sexo, un esfuerzo que cada vez reporta menos satisfacción para el tiempo y esfuerzo invertido. Sea por trabajo, videojuegos u Porno grafía hay métodos para recibir diferentes niveles de satisfacción que no implica el sexo en pareja.

Sumale que además la satisfacción no será plena porque al tu buscar estas en el lado malo de la balanza de la relación sexual. Añades impedimentos cómo las murallas que las ideologías y los medios levantan ante el otro sexo.

Y sinceramente el sexo con mujeres como decía un joven japones: "no merece el esfuerzo". Triste pero si antes 1 pensaba así, hoy son 2, mañana 20.

Existe el Porno como existen Amazon o Google, simplemente nuevos tiempos. La sociedad se adaptará de alguna forma.

Pues en Rota (Cádiz) es el alcalde del PSOE el que autoriza a las cofradías el mandar gente a misa e ir por las calles con trompetas.

Mal sean del signo que sean

Desde mi punto de vista como padre y jugador veterano creo que lo único malo de los videojuegos per se es que la dinámica esfuerzo-recompensa y progresión visible que es intrínseca a los mismos tiene un punto de perjudicial cuando en la vida real estas conexiones no son tan evidentes ni tan rapidas y cortoplacistas.

Dicho esto creo dada la amplitud de categorías dentro de los mismo videojuegos una generalización resulta a estas alturas simplistas. Eso sin contar que si hablamos de hijos/niños estos tienen limitado lo que pueden jugar por simple cuestión logística, por regla general entre estudios, deberes, actividades extraescolares/deporte y ocio restante habría que delimitar que grado de efecto produce jugar a videojuegos de uno u otro tipo en base al % de exposición a los mismos.

Para saber si somos un muro sólo hacen falta tres datos, precio, pureza y disponibilidad a pie de calle. Dudo que ninguno haya cambiado de forma significativa