A ver si nos enteramos de que el actual déficit no es un problema de despilfarro en los gastos (lo que no quiere decir que no haya que evitar éste), sino de caída drástica de los ingresos como consecuencia del brutal descenso de la actividad económica provocado por la crisis, y que es aquí, sobre los ingresos, sobre los que debería haber actuado el Gobierno que teníamos hasta la votación del otro día en el Congreso, antes de ceder al golpe de Estado del FMI y del BCE.
A mayor abundamiento, especialmente en países con unos desequilibrios de renta tan abismales y una cobertura pública en temas sociales tan escasa como España, el déficit es necesario para contribuir a una mayor redistribución de la renta. Resultaba inmoral, por tanto, el superávit que teníamos no hace más de 2 años, con tantas necesidades básicas que atender.
Ahora, no se te vaya a ocurrir hablar en catalán fuera de Catalunya.