#10: Allá donde fueres, haz lo que vieres.
Si las reglamentaciones no permiten hacer algo, no se hace y punto. Se podrá protestar, se podrá pedir que se cambien, pero mientras estén hay que respetarlas sin importar las costumbres de tu país de origen.
Y lo digo como inmigrante que vengo para integrarme lo más que pueda en esta sociedad que merece todo mi respeto porque es el logar donde vivo y que me da de comer. Los que se quedaron en su país de origen, podrán armar todas las tiendas clandestinas que les permitan. Pero los que vinimos aquí, tenemos que respetar las reglas porque son parte de lo que hace que España sea mejor que el país que dejamos.
Es más, un español podrá darse el lujo de ser dehonesto, de evadir impuestos, o lo que sea. Pero un inmigrante tiene que demostrar que merece la bienvenida que le ha dado este país y que no será una fuente de problemas sino que trabajará para mejorar el país donde vive tanto o más como los que están aquí sólo porque aquí les tocó nacer.
#65: nada te da derecho a saltarte las leyes. Pero si bien en tu casa es malo que hagas algunas cosas, es mucho peor que lo haga un invitado. Cuando uno es huésped en casa ajena, tiene que demostrar que merece la hospitalidad que recibe.