¿Estamos solos en el Universo? Opinión de Max Tegmark"Despite popular belief to the contrary, it’s quite plausible that we’re the only life form capable of making our observable Universe come alive in the future." (Max Tegmark)Según un estudio reciente de la PNAS, parece ser que hay un planeta potencialmente habitable como la Tierra orbitando alrededor de al menos un 1% del total de estrellas del universo: esto es, un total de 100 millones de billones de planetas habitables parecidos a la Tierra. En otras palabras: hay 100 planetas análogos a la Tierra por cada grano de arena en nuestras playas -piensa en ello la próxima vez que estés en una ;). Y sin embargo...no hay ni rastro de señales de inteligencia extraterrestre por ninguna parte.Piensa en ello: el SETI (Search for Extraterrestial Intelligence, o Búsqueda de inteligencia extraterrestre) es una organización dedicada exclusivamente a prestar atención a las señales de vida inteligente. Pues bien, si como muchos afirman hay 100.000 o más civilizaciones inteligentes en nuestra galaxia, e incluso si sólo una fracción de ellas está enviando ondas de radio, rayos láser u otros modos de transmisión, ¿no debería esta colección de satélites del SETI haber captado en sus más de 30 años de funcionamiento todo tipo de señales? Pero no lo ha hecho. Ni una. Nunca. ¿Dónde está todo el mundo?A este asombroso hecho se le conoce como la paradoja de Fermi, y según menciona el cosmólogo Max Tegmark en su último libro "Life 3.0: Being Human in the Age of Artificial Intelligence", esto podría ser una clara señal de que a pesar de todo el mencionado potencial de habitabilidad cósmica, podría ser que finalmente fuésemos los únicos seres inteligentes que pueblan el Universo.Y no es que Max Tegmark niegue la posibilidad o la probabilidad de que exista vida ahí fuera, sino de que dicha vida haya logrado avanzar y evolucionar lo suficiente como para lograr un nivel de inteligencia adecuado para generar la ciencia y la tecnología necesarias para comenzar a utilizar para fines útiles los procesos electromagnéticos. Por lo tanto, el ser humano bien podría ser el único sistema vivo con la suficiente inteligencia como para poder transmitir radiológicamente al espacio, lo cual es un indicativo de que podríamos ser el único ente consciente del Universo. Y es que, puesto que el razonamiento superior, la consciencia y las capacidades tecnológicas van tan de la mano, es difícil creer que existan muchos seres racionales ahí fuera pero que luego no lleguen a dominar nunca estas técnicas que al Homo sapiens sapiens le llevó unos pocos milenios descubrir.Y merece la pena insistir una vez más en que no se basa exclusivamente la paradoja de Fermi en el hecho de que no hayamos hasta ahora logrado un encuentro directo físico con una nave alienígena tipo película de Hollywood, sino de que no hemos recibido ni siquiera una sola señal electromagnética del espacio exterior que de cuenta de procesos complejos no explicables por fenómenos inertes. Como ya hemos comentado, el observatorio SETI de la NASA, por ejemplo; lleva recogiendo y procesando señales desde hace muchas décadas, y no se ha hallado absolutamente nada. Bien parece que la inteligencia en el Universo sea un evento extremadamente raro (incluso único).Max Tegmark, de hecho va más allá y pone números al asunto. Descarta mediante hechos físicos Universales como son el límite de la velocidad de la luz, las ENORMES distancias espaciales implicadas, y la exponencial resistencia que un cuerpo opone en relación directa a su masa para aumentar su velocidad (acelerar), cualquier posibilidad de que existan civilizaciones capaces de lograr viajes galácticos (ni siquiera estelares); y se basa pues en la posibilidad más evidente: que el contacto entre civilizaciones, de llegar a existir, se produzca gracias a transmisiones electromagnéticas viajando a la velocidad de la luz. Pero a raíz de que ni siquiera este tipo de comunicaciones hayan llegado a ocurrir realiza la siguiente estimación:Normalmente, dice el cosmólogo, la gente cree en la existencia de otras formas de vida inteligente basados en la estadística. Ya hemos comentado que se estima que existen 100 millones de billones de planetas similares a la Tierra en el Universo: ¿cómo no va a haber vida inteligente en ninguno de ellos? Pues bien, resulta que este argumento depende de un valor empírico que no se suele tener en cuenta: la distancia media o típica entre una civilización inteligente y su vecina más próxima.Imaginemos que esta figura representa la historia cósmica acontecida desde el Big Bang, donde podemos ver como diferentes civilizaciones llegan a aparecer en distintos momentos (punto inferior de cada cono), y cómo tales civilizaciones han podido extenderse en el tiempo por el espacio al 50% de la velocidad de la luz (cono más opaco) y al 100% de la velocidad de la luz (cono más traslucido). Pues bien, la distancia típica a la que nos referíamos antes es precisamente la distancia media a la que se encontrarían todo ese conjunto de hipotéticos entes inteligentes (puntos en la figura) que, a parte de nosotros, poblarían el Universo.Indudablemente nuestra aparición en el mundo no tiene ningún atributo no explicable mediante leyes físicas, y por lo tanto es de perogrullo que el mismo proceso se podría repetir, quizás con leves variaciones, en otros planetas; pero recalquemos que la cuestión de fondo es: ¿cómo de probable es el hecho de que surja en el cosmos una estructura inteligente? Dependiendo de esa probabilidad, la distancia media entre vecinos racionales será una u otra (y viceversa, esta distancia típica es un buen indicativo de lo probable que es el origen de la vida inteligente). Poniendo números podría ser que la distancia media (la distancia entre puntos en la figura de arriba) sea del orden de 10^20 metros (un uno seguido de 20 ceros), o podría ser del orden de 10^21, 22, 23,...,100, 101, etc. Pues bien, si la distancia media que suele separar una civilización de otra resulta ser mayor de 20.000 millones de años luz (y teniendo en cuenta que la región del espacio desde la cual la luz ha podido llegarnos hasta el momento desde el Big Bang es de 13.800 millones de años), se podría decir que la probabilidad de que estemos solos en la parte visible del Universo es inmensa. Por otra parte, tenemos el hecho de que hasta el momento no se ha recibido ninguna evidencia alienígena a pesar de nuestra insistencia durante décadas en el SETI, lo cual ha conseguido reducir el rango medio en el que pueden existir seres tecnológicos a una distancia de entre 10^21 (el borde de nuestra Galaxia) y 10^26 (el borde del Universo observable).
Y es que si la distancia típica fuese menor a 10^21 metros (lo cual supone que habría en nuestra Galaxia muchos otros seres inteligentes), inevitablemente ya habríamos recibido comunicaciones intencionadas (o por error) de alguno de todos esos seres. Pero como evidentemente no es así, es bastante atinado afirmar que la distancia media esperable entre civilizaciones es mayor que estos supuestos 10^21 metros (en realidad bastante mayor); lo que indica que como poco es casi una certeza que estamos solos en la Vía Láctea. Pero resulta que además la cota que este hecho nos deja para la separación media de vecinos inteligentes es muy estrecha. Es decir, que si en los primeros 21 órdenes de magnitud no se ha encontrado nada de nada, es complicado que en los 5 órdenes de magnitud que restan hasta el borde del Universo visible la cosa sea muy distinta: es decir; que bien podría ser el caso de que realmente el origen de una consciencia tecnológica sea un fenómeno tan raro (y deba pasar tantos filtros improbables), que realmente estemos solos (o MUY poco acompañados) en todo el Universo visible (esos 10^26 metros).Para más inri, incluso si finalmente hay vida inteligente (o incluso si es abundante) más allá de esos 10^21 metros, resulta que estarán para siempre fuera de nuestro alcance comunicativo y causal (debido al límite establecido por la velocidad de la luz y al hecho de que el Universo se expande), lo cual hace que a efectos prácticos podamos afirmar hoy por hoy que la probabilidad de que seamos los únicos seres sintientes en todo el cosmos (dentro de nuestra historia causal) es bastante alta y para nada descartable (a pesar de esos 100 millones de billones de planetas habitables).Como señala Max Tegmark, si finalmente no hacemos nada al respecto y algún cataclismo natural acaba terminando con la existencia completa de nuestra especie (como le ocurrió por ejemplo a los dinosaurios), quizás la conciencia en todo el Universo observable desaparezca con nosotros, y quién sabe si dada su improbabilidad lo haga para siempre.Fuente principal del artículo: http://quevidaesta2010.blogspot.com/2017/11/estamos-solos-en-el-universo-opinion-de.html
En este artículo se da inicio a un debate entre un detractor y un defensor de la IA fuerte. Los argumentos de este primer artículo se centran en la diferenciación del hardware de los microprocesadores frente a la complejidad del cerebro humano. Posteriormente, la cuestión se centra en la distinta manera que tienen los ordenadores y los humanos de afrontar la resolución de un problema; la lógica simbólica únicamente deductiva de los primeros frente a una lógica inductiva y abductiva del cerebro humano. Les sorprenderá.
Eran siempre las mujeres, y sobre todo las jóvenes, lo más fanático del Partido, las que se tragaban todos los slogans de propaganda y abundaban entre ellas las espías aficionadas y las que mostraban demasiada curiosidad por lo heterodoxo de los demás. 1984 – George Orwell – Capítulo I. Tercera y última entrega sobre la influencia del voto femenino en la socio política occidental.
Dos científicos británicos reconstruyeron el genoma del animal que dio origen a todos los demás y descubrieron que fue a partir de este que surgieron las demás especies cuando la evolución adjudicó a los genes nuevas funciones. El reino animal es una de las mayores historias de éxito de la vida, una colección de millones de especies que nadan, excavan, corren y vuelan por todo el planeta. Toda esa diversidad, desde las mariquitas hasta las orcas, evolucionó a partir de un antepasado común.
A la hora de explicar la capacidad humana para el suicidio desde un punto de vista evolucionista tenemos básicamente tres opciones: que se trate de una adaptación, que sea un subproducto o que sea simplemente ruido. No hay otros mecanismos conocidos por los que una característica, sea fisiológica o conductual, pueda ser transmitida genéticamente de generación en generación.
El color de la magia fue escrito por Terry Pratchett allá por 1983. No se necesita ser un gran conocedor de nada para entender desde el inicio que lo que Pratchett quiso hacer con este libro fue imitar al bueno de Cervantes con su ilustrísimo Alfonso Quijano: hacer una parodia, pero no de la literatura caballeresca sino de los libros de fantasía y ciencia ficción. Partamos de acá entonces. Sí, es una parodia, pero una muy bien hecha. De hecho, la mitología que construye resulta bastante fascinante.
Este documental de investigación destapa cómo se utilizaron los datos digitales de los ciudadanos para acceder a sus cuentas en Facebook y así influir sibilinamente en su voto. Medios independientes demostraron que mentir se convirtió en toda una estrategia política y que tan solo el 4% de las declaraciones vertidas por Trump en la campaña, fueron ciertas. El documental expone las tres herramientas utilizadas por el equipo en la sombra de Trump, para conseguir la victoria: la mentira, el ocultamiento y la manipulación.
Un par de vídeos que tratan de representar gráficamente y de forma “comprensible” cuál es la masa de algunos de agujeros negros.
Toda la exploración espacial desde 1959 hasta 2015 resumida en una imagen. Un trabajo espectacular.
Para comprender este concepto, se puede pensar en el Higgs como en una bola que se encuentra atrapada en el fondo de un valle poco profundo que representa su masa. Pero al otro lado de la colina hay otro valle mucho más profundo y que se corresponde con una masa de menor potencial. El Higgs no puede subir rodando por la colina, se encuentra “atascado” en su configuración actual. Sin embargo, todas las partículas subatómicas, tienen la posibilidad de comportarse como ondas, y por lo tanto no tienen posiciones bien definidas.
Que los animales juegan es algo sabido por todos pero ¿qué objetivo persiguen con ello? ¿juegan todos los animales? ¿es algo exclusivo de los más jóvenes? ¿Y qué es jugar? En psicología y etología, el juego es un conjunto de acciones voluntarias que no se relacionan con un aumento en la supervivencia del individuo. Es algo casi exclusivo de los mamíferos (el 80% juega) ya que requiere de un sistema nervioso complejo aunque se han visto formas rudimentarias de juego en pájaros, reptiles, anfibios e incluso peces. Con el juego lo que se busca es
Cada segundo de video representa 22 millones de años. John Boswell explica cómo el universo evoluciona, desde la formación de las primeras estrellas, galaxias, agujeros negros y supernovas. Nuestro sistema solar no se empieza a formar antes de 6 minutos, mientras que la humanidad no aparece hasta la última fracción del último segundo.
Hasta ahora Netflix no había tenido problemas en hacerse con algunos descartes de Hollywood, pero el caso de ‘Aniquilación’ (‘Annihilation’) es diferente, ya es que es una excelente película con la que Alex Garland se supera respecto a lo mostrado en ‘Ex Machina’, pero en Paramount no supieron o quisieron verlo. Seamos directos. ‘Aniquilación’ es una rareza dentro del Hollywood actual en el que las producciones de presupuesto medio-alto orientadas al público adulto cada vez escasean más.
Los reptiles tienen algunos de los genitales más raros del planeta: serpientes y lagartos con penes bífidos, serpientes hembras y lagartas con más de un clítoris, caimanes que están siempre erectos, reptiles sin pene como los tuátaras que transfieren su esperma a través de su cloaca o dragones barbudos hembra con pene, entre otros.
¿Qué podrían tener en común 54 mujeres lapidadas en Irán[1], tres fallecidas por ablación en Egipto[2] y 276 adolescentes secuestradas por Boko Haram en Nigeria[3]? Desde una perspectiva de género la respuesta es inequívoca: padecieron por ser mujeres. Ahora bien, ¿qué podrían tener en común 71 hombres lapidados por infidelidad conyugal en Irán[4], 947 fallecidos durante rituales de circuncisión en Sudáfrica[5] y 10.000 varones adolescentes secuestrados por Boko Haram en Nigeria[6]?
Lo de que no debemos beber agua salada lo aprendemos casi sin querer cuando jugando con las olas damos algún trago (y ya no nos apetece repetir). Esto, además de poco agradable, es peligroso a nivel orgánico, pero entonces puede que nos venga una duda: ¿cómo se hidratan los animales marinos si beber agua salada puede ser perjudicial? De ahí además nos pueden saltar más dudas: ¿beben los peces y animales de río? ¿Los riñones de los mamíferos marinos son más parecidos a los de los peces que a los de otros mamíferos?
Johann Hari ha publicado su último libro "Lost Connections". Él mismo padeció está enfermedad, y estuvo medicalizado por varios años, hace una recopilación sobre las posibles causas de esta pandemia. Una de sus premisas es que nuestra forma de vida individual nos ha desconectado con nuestro entorno y solo nos empeñemos de velar por nuestra autoestima, confianza, nuestros deseos en soledad, olvidándose de lo que nos une. Basado en testimonios alrededor del mundo y estudios científicos, intenta aportar un nuevo enfoque. No es un help-self.
El impacto de Google y Facebook en nuestra privacidad no puede ser ignorado. El 75% de las webs contienen rastreadores de Google, y el 24% de facebook. Esto les permite crear una base de datos donde para cada uno de nosotros conocen las búsquedas, webs que acostumbramos a visitar, gustos, compras... El objetivo prioritario es poder dirigir la publicidad hacia nosotros, o los grupos a los que pertenecemos, pudiendo así influir en nuestro comportamiento. El resto de objetivos... es desconocido. Artículo escrito por el fundador de duckduckgo.
Interstellar es una peli que contiene mucha ciencia de verdad. ¡Vamos a repasarla!
Como se explica en este vídeo, hoy sabemos que el proceso de selección tiene que ver con un grupo de células embrionarias llamado cresta neural y el desarrollo de las glándulas suprarrenales que regulan la respuesta hormonal al estrés.
“Puedo calcular el movimiento de las estrellas, pero no la locura de los hombres“. Esta frase se le atribuye a Sir Isaac Newton en un contexto al que no estamos acostumbrados a situar al genio. Aunque no haya dejado evidencia escrita de esta frase para la historia, dicen que el científico la pronunció tras perder su fortuna en la burbuja de la Compañía de los Mares del Sur, una manía de especulación que arruinó a muchos inversores británicos en 1720, y una de los factores históricos para que la Primera Revolución Industrial ocurriera tal y como
Cuando la física es aplicada a la neurociencia aparecen resultados como el que será publicado en Physical Review E, en donde se afirma que nuestro cerebro podría estar programado para maximizar el desorden, similar al principio de la entropía, y que nuestra conciencia podría ser simplemente un efecto secundario de todo este proceso.
Kenneth Rogoff, profesor de Políticas Públicas de la Universidad de Harvard, ha explicado en una entrevista a Christoph Gisiger de Finanz Und Wirtschaft por qué la larga recesión económica finalmente ha terminado y cuáles son los mayores riesgos para el futuro. Pocas personas saben tanto acerca de las crisis financieras como el influyente Kenneth Rogoff, por lo que creemos que vale la pena detenernos ante sus comentarios.
Durante años se ha desconocido en que momento nuestro cerebro adquirió la forma que tiene actualmente: nuestros cráneos son redondos, nuestros rostros pequeños, y están más retraídos hacia el cráneo. Sin embargo, ahora, científicos alemanes han identificado con precisión ese momento.
Un equipo de investigadores japoneses ha usado inteligencia artificial para recrear las imágenes que fueron generadas en cerebros humanos, ya sean recuerdos u objetos que los participantes estaban observando en ese momento. (Artículo científico: https://www.biorxiv.org/content/biorxiv/early/2017/12/30/240317.full.pdf)