Los habitantes de las ciudades, aquellos que le damos vida, los que movemos su pulso y hacemos su Historia quedamos relegados a la periferia, y la periferia queda relegada a los márgenes de sus antiguas ciudades. Se acabó decir que esta o aquella ciudad tenían su carácter y una vida digna de conocer; asumid la estandarización y la dispersión de la población local, la rotura del tejido vecinal y la vida cotidiana como la entendíamos hasta hace una década y que desde 2010/2014 está arrasando ciudad tras ciudad allá donde el turismo de masas extienda sus tentáculos.
Pero no te quejes por ello, "es el Mercado", "da trabajo" y "genera riqueza" son los nuevos mantras y a lo único que puedes aspirar en la vida. Si replicas te dirán que "tú también eres turista" aunque te comportes de manera respetuosa al visitar otras ciudades, te alojes con gente local para que tu dinero no vaya a una gran multinacional que gentrifica barrios enteros o comas en pequeños bares de los que no entiendes ni la carta, ni falta que te hace porque no quieres colaborar en la anti-cultura de una región.
El turismo no es el problema; el turista tampoco: este modelo de turismo de masas que arrasa con todo incluida la vida de cualquier lugar donde pueda instalarse si, es un problema y en un mundo capitalista como el nuestro no tiene ninguna solución. Es un tsunami que arrasará con todo lo que se encuentre y con suerte, cuando se retire la ola de la saturación, igual quedan algunos restos para reconstruir.
Las cartas están echadas y ninguna va a nuestro favor.
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#117 hay homófos de izquierda, pero quién hace gala orgullosa de la homofobia es la derecha.
A otro perro con otro hueso.