En España por fin se hará justicia con aquellos pequeños que nacieron hace décadas con graves deformaciones, después de que sus madres tomaran un medicamento contra los vómitos y las náuseas, la famosa Talidomida. El Gobierno aprobará este martes el decreto que regula las ayudas y compensaciones para las víctimas de España, hasta ahora olvidadas. Son 130 beneficiarios aunque muchos se han quedado fuera.
Esta es, aunque no lo parezca, una decisión importante. Durante años, prácticamente toda mi vida, he visto a esta gente reclamar su derecho a indemnización, he visto como gobiernos de todo pelaje han hecho caso omiso de sus reivindicaciones y he sentido vergüenza ajena por ello. Esta decisión me hace creer un poco más en la humanidad.
#2 Tampoco te pongas a dar saltos de alegría y a felicitarte por vivir en esta maravillosa sociedad, que han tardado 60 años en hacerlo y muchos afectados no han vivido para verlo, y a los que lo van a ver ya casi les da igual, porque sus vidas han sido una puta mierda y ya poco les queda.
#4 yo recuerdo de pequeño ver alguno de ellos por la calle y hace muchos años que no veo ninguno, como bien dices la mayoría se han quedado por el camino...
#5 Yo también recuerdo ver bastantes casos de focomelia que ahora no veo y por edad deberían estar vivos. No lo sé, pero sospecho que también deben de sufrir un índice de suicidios desmesurado.
#5#1 yo tenía una compañera en el colegio y un amigo en la pandilla a los que les faltaba una mano, pero hacían una vida normal (mi amigo hasta aprendió a tocar la guitarra, y por supuesto manejaba un teclado de ordenador mejor que mucha gente con diez dedos). No puedo asegurar que la causa fuera la talidomida, pero es probable por las fechas.
Son solo 130 porque son los que han podido demostrar que sus madres tomaron el medicamento, pero si yo conocí a dos es que hubo muchos miles. Todos los que vivieron esos años recuerdan casos a montones.
Para ellos no hay justicia.
Y para sus madres tampoco, el síndrome de culpabilidad que deben tener no lo imagina nadie: hoy en día ninguna embarazada se atrevería a tomar una pastilla contra las náuseas, se aguanta por mala que esté. Pero en aquel momento las embarazadas comentaban al médico que tenían náuseas y les daban la receta. No se planteaban que les iban a recetar algo malo. Y lo que fue de cárcel es que los del laboratorio lo supieran y siguieran vendiéndolo.
Creo que somos el único o de los poquitos países que le negamos una indemnización a los afectados.
Esa gente llevan luchando desde que nacieron hace 50 años. Qué menos que una ayuda.
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Esta es, aunque no lo parezca, una decisión importante. Durante años, prácticamente toda mi vida, he visto a esta gente reclamar su derecho a indemnización, he visto como gobiernos de todo pelaje han hecho caso omiso de sus reivindicaciones y he sentido vergüenza ajena por ello. Esta decisión me hace creer un poco más en la humanidad.
#2 Tampoco te pongas a dar saltos de alegría y a felicitarte por vivir en esta maravillosa sociedad, que han tardado 60 años en hacerlo y muchos afectados no han vivido para verlo, y a los que lo van a ver ya casi les da igual, porque sus vidas han sido una puta mierda y ya poco les queda.
#4 yo recuerdo de pequeño ver alguno de ellos por la calle y hace muchos años que no veo ninguno, como bien dices la mayoría se han quedado por el camino...
#5 Yo también recuerdo ver bastantes casos de focomelia que ahora no veo y por edad deberían estar vivos. No lo sé, pero sospecho que también deben de sufrir un índice de suicidios desmesurado.
#5 #1 yo tenía una compañera en el colegio y un amigo en la pandilla a los que les faltaba una mano, pero hacían una vida normal (mi amigo hasta aprendió a tocar la guitarra, y por supuesto manejaba un teclado de ordenador mejor que mucha gente con diez dedos). No puedo asegurar que la causa fuera la talidomida, pero es probable por las fechas.
Son solo 130 porque son los que han podido demostrar que sus madres tomaron el medicamento, pero si yo conocí a dos es que hubo muchos miles. Todos los que vivieron esos años recuerdan casos a montones.
Para ellos no hay justicia.
Y para sus madres tampoco, el síndrome de culpabilidad que deben tener no lo imagina nadie: hoy en día ninguna embarazada se atrevería a tomar una pastilla contra las náuseas, se aguanta por mala que esté. Pero en aquel momento las embarazadas comentaban al médico que tenían náuseas y les daban la receta. No se planteaban que les iban a recetar algo malo. Y lo que fue de cárcel es que los del laboratorio lo supieran y siguieran vendiéndolo.
¿Justicia? No, no se ha hecho justicia.
Creo que somos el único o de los poquitos países que le negamos una indemnización a los afectados.
Esa gente llevan luchando desde que nacieron hace 50 años. Qué menos que una ayuda.
“En España por fin se hará justicia”, dice el redactor. Flaco concepto tiene de la justicia si cree que esto es hacerla.