Tras veinte años de estudio, investigación y restauración, el «gigante de piedra» de la antigua Akragas ha resucitado. El telamón (atlante), una de las colosales estatuas antropomorfas que sostenían el arquitrabe del templo de Zeus Olímpico, el Olimpeion, símbolo del Valle de los Templos, ha sido devuelto a su posición vertical. La estatua, de casi 8 metros de altura, se apoya en una estructura de acero de 12 metros a la que se anclan soportes donde se colocan las piezas individuales del monumento reensamblado.
Comentarios
Vista la maqueta vaya cacho de templo debía ser
.
#2 joer, si el muñeco ya son 8 metros... Eso son 40 hasta el tejado???
Me alegro. Tirada en el suelo, como estaba, no se apreciaba su grandeza (física y artística)
Ostras, visité Agrigento sin guía ni mucha idea de lo que era aquello y flipé con estos restos.
Telamón no era un digimon?
#1 Más bien, Ayax Telamonio, hijo de Telamón, de la Iliada.
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81yax_el_Grande
Que horror la estructura de acero esa. ¿De verdad no podían poner un soporte más disimulado?
#6 La tendencia en restauración es lo contrario a lo que propones. Se intenta precisamente que lo original contraste con lo añadido, para que se diferencien claramente.
#8 Lo se, y me parece horroroso. Que una cosa es que haya cierto contraste y otra muy diferente que destaque más lo nuevo que lo original.
#8 El truño es tendencia
#8 #6 #10 Yo soy historiador, y esa tendencia de conservar y exponer el pasado me parece un claro error que destruye los matices de la "Paradoja de Teseo", que antepone la museización al uso y lo historiográfico a lo histórico. Da todo el valor a lo material y cero a los estético, social y funcional, cayendo en un aburridísimo "fetichismo de la piedra".
Durante décadas he tenido que aguantar las caras de aburrimiento de mis colegas cuando vamos visitar algún yacimiento, porque ver "cuatro piedras" esparcidas aquí y allá no motiva ni emociona, no ayuda a comprender ni a valorar, al contrario que los monumentos "mal restaurados" o incluso horriblemente restauradas, tipo Palacio de knossos, que al menos ayudan a que la gente conozca, aprecie y valore más esa historia, aunque luego haya que aclarar en un panel que hay habitaciones micénicas y minoicas que nunca convivieron, o que en la época no se usaba hormigón armado. Me parece un pequeño peaje para poder vivir una experiencia inmersiva y completa.
Nos hemos acostumbrado tanto a este fetichismo de la piedra, que cuando vas por Asia y te dicen que cualquier templo de madera y yeso "tiene dos mil años" crees que te están tomando el pelo, hasta que entiendes que ellos simplemente han resuelto la Paradoja de Teseo al revés que nosotros.
#11 tu y yo estamos en la lista negra de la unesco
#11 Yo soy arqueólogo, también he tenido que aguantar las caras de aburrimiento. Pero es que entre dejar un monumento tal cual está y meterle un mamotreto de cemento/metal hay una infinidad de grises. Se puede restaurar sin necesidad de que sean tan cantoso.