Portada
mis comunidades
otras secciones
#13:
Hablad bien, cojones.
No cuesta una mierda y quedas de puta madre.
No cuesta una mierda y quedas de puta madre.
#22:
Mi padre, ateo como yo, me arreó un guantazo que todavía recuerdo, por cagarme en dios en público cuando tenia unos 12 años.
- ¡Pero si tu no crees en dios!
- Pero el resto puede que sí.
- ¡Pero si tu no crees en dios!
- Pero el resto puede que sí.
#9:
Todo el mundo sabe que Dios es apellido. El nombre es Mecagoen.
Comentarios
Hablad bien, cojones.
No cuesta una mierda y quedas de puta madre.
Todo el mundo sabe que Dios es apellido. El nombre es Mecagoen.
#9: Pues te lo creas o no, existe gente con el apellido Dios.
#12 Y Franco queria que su hija se casase con Tom Jones, asi tendria de nieto a Paco Jones Franco.
Mi padre, ateo como yo, me arreó un guantazo que todavía recuerdo, por cagarme en dios en público cuando tenia unos 12 años.
- ¡Pero si tu no crees en dios!
- Pero el resto puede que sí.
Por suerte gracias a Aído ahora nos podremos también cagar en Diosa
Me metacago!
La blasfemia es balsámica reconfortante y divertida. La recomiendo como terapia.
#1 Me cago en tu Padre.
#2 La blasfemia es una irreverencia hacia lo venerado por una religión.
Lo que tú has hecho es insultar a #1.
#2 Cabronazo
#5 Al escribir Padre con mayúsculas se refiere a Dioshh, aunque el chiste está hecho para que yo interprete que se refiere a mi padre biológico. En cualquier caso muy currado, aplauso para él
#6 Eso es humor y lo demás "tontás".
#5 Sigue leyendo.
Los que me habéis votado positivo en #2 ¡Blasfemos!, ja ja ja ja ja.
Me cago en Monesvol !!!
Yo no me "cago" por no molestar ... Suelo comer fabada.
Mi abuelo, en una época, donde había que guardar las formas decía: Que güen Dios!
me cago en to
No blasfemes. Hablar bien honra a tu pueblo.
Cualquier día...
En Bilbao somos más de "aibalaostia", pero tampoco hacemos ascos a un "mecagüendios" o un "mecagüenlaputa"
¿caca?
"Me cago en tu puta calavera" he llegado a oir en un atasco.
Me cago en los clavos de Cristo
Mecauen la sota de bastos