Mientras en otros estados estadounidenses con victoria de Obama, el electorado se muestra más conservador a la hora de conceder derechos, el estado de Washington acaba de aprobar la enmienda que establece la posibilidad de realizar el llamado "suicidio asistido" a enfermos terminales. (Traducción en comentario #5)
Washington se convertirá en el segundo estado en permitir a los médicos prescribir dosis letales de medicación para pacientes enfermos terminales buscando acabar con sus vidas.
La Iniciativa 1000 - llamada por sus simpatizantes la enmienda "morir con dignidad" y por los oponentes la medida del "suicidio asistido" - iba con clara ventaja por todo el estado este martes.
"Esto es algo bueno" dijo Anne Martens, portavoz de la campaña "Sí a la 1000". "Estamos dando a los pacientes y familiares la dignidad y paz mental que están buscando"
El seguiente paso es preguntarse cómo implantar la ley, mirando en la experiencia de Oregon, dijo Martin. La Iniciativa 1000 está fuertemente basada en la ley equivalente que ya lleva 10 años en Oregon.
Eileen Geller, coordinador de campaña de la Coalición Contra el Suicidio Asistido, que se oponía a la I-1000, dijo: "Esto es una llamada para que el estado de Washington se levante", y que se necesita mejorar el acceso y apoyo para el cuidado al final de la vida de las personas.
Geiler dijo que su grupo buscaría opciones para continuar la lucha. "Estamos seguros de que es una mala legislación"
La I-1000 permite a enfermos terminales, adultos con decisión residentes en Washington, a los que un médico ha situado con menos de 6 meses de posibilidades de vida, pedir auto-administrarse medicación letal prescrita por un doctor.
La medida protege a los médicos de ser perseguidos por la ley estatal que prohibe ayudar a la gente a suicidarse. La I-1000 especifica que en el certificado de defunción del paciente debe figurar la enfermedad terminal como causa de la muerte.
Buena parte de la campaña fue profundamente personal, con cada bando apoyándose en las historias de los últimos días de sus seres queridos.
Los simpatizantes de la iniciativa dijeron que los pacientes terminales que sufren de gran dolor deberían tener el derecho a acabar con sus vidas de una forma "humana y digna". Dicen que la medida incluye muchas salvaguardas, y que no se han encontrado abusos en los 10 años que la ley lleva implantada en Oregon.
Los oponentes dicen que el cuidado en los últimos años de vida del paciente ha avanzado hasta el punto que el dolor puede ser controlado. También dicen que no habría forma de saber realmente si las salvaguardas funcionan porque incluso sólo un poco de información sobre casos específicos podrían llegar a ser públicos, y no habría posibilidad de una revisión independiente sobre posibles abusos.
La Asociación Médica del Estado de Washington, que representa a casi 7000 médicos, dijo que se oponía a la I-1000.Aunque sus miembros no votaron a la iniciativa específicamente, pasaron una resolución diciendo que los doctores no deberían participar en estos actos y reiteraron su apoyo a la posición de la organización de que los doctores no deberían "causar la muerte intencionadamente".
La campaña por la I-1000 ha sido la más cara de todas las que ha habido este año en todo el estado, con más de 6 millones de dólares recaudados de organizaciones y particulares de todo EEUU.
Los simpatizantes recaudaron en torno a 4.9 millones. Los mayores respaldos incluyen la organización por el derecho a morir Compassion & Choices y Death with Dignity, junto con el anterior gobernador Booth Gardner.
Los oponentes recaudaron 1.5 millones. Los mayores donantes incluyeron grupos católicos como los Caballeros de Columbus, la Archidiócesis de Seattle y otras diócesis.
Esta es la segunda vez que los residentes de Washington votan una medida para que los doctores intervengan en la muerte.
En 1991, los votantes de Washington rechazaron la Iniciativa 119, que habría permitido a los médicos prescribir estos fármacos, pero de forma distinta a la I-1000, habría permitido también admisistrar inyecciones letales a pacientes terminales que no podían tomarse las medicaciones por sí mismo.
#2 Puedes llamarlo suicidio de una puta vez si quieres. A mí no me importan las palabras, solamente quiero que no me torturen cuándo ya no hay nada que hacer.
No es lo mismo eutanasia que suicidio asistido.
Eutanasia se usa cuando el sujeto padece una enfermedad que hace presagiar una muerte cercana. Puede ser directa (aplicación de medidas encaminadas a producir la muerte) o indirecta (aplicación de medidas que pueden producir la muerte, pero ésta no es su fin principal, por ejemplo mórficos para aliviar el dolor).
El suicidio asistido se aplica a pacientes que tienen una enfermedad que no compromete su vida a corto plazo, pero sí su capacidad para cometer el suicidio sin ayuda.
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TRADUCCIÓN
Washington se convertirá en el segundo estado en permitir a los médicos prescribir dosis letales de medicación para pacientes enfermos terminales buscando acabar con sus vidas.
La Iniciativa 1000 - llamada por sus simpatizantes la enmienda "morir con dignidad" y por los oponentes la medida del "suicidio asistido" - iba con clara ventaja por todo el estado este martes.
"Esto es algo bueno" dijo Anne Martens, portavoz de la campaña "Sí a la 1000". "Estamos dando a los pacientes y familiares la dignidad y paz mental que están buscando"
El seguiente paso es preguntarse cómo implantar la ley, mirando en la experiencia de Oregon, dijo Martin. La Iniciativa 1000 está fuertemente basada en la ley equivalente que ya lleva 10 años en Oregon.
Eileen Geller, coordinador de campaña de la Coalición Contra el Suicidio Asistido, que se oponía a la I-1000, dijo: "Esto es una llamada para que el estado de Washington se levante", y que se necesita mejorar el acceso y apoyo para el cuidado al final de la vida de las personas.
Geiler dijo que su grupo buscaría opciones para continuar la lucha. "Estamos seguros de que es una mala legislación"
La I-1000 permite a enfermos terminales, adultos con decisión residentes en Washington, a los que un médico ha situado con menos de 6 meses de posibilidades de vida, pedir auto-administrarse medicación letal prescrita por un doctor.
La medida protege a los médicos de ser perseguidos por la ley estatal que prohibe ayudar a la gente a suicidarse. La I-1000 especifica que en el certificado de defunción del paciente debe figurar la enfermedad terminal como causa de la muerte.
Buena parte de la campaña fue profundamente personal, con cada bando apoyándose en las historias de los últimos días de sus seres queridos.
Los simpatizantes de la iniciativa dijeron que los pacientes terminales que sufren de gran dolor deberían tener el derecho a acabar con sus vidas de una forma "humana y digna". Dicen que la medida incluye muchas salvaguardas, y que no se han encontrado abusos en los 10 años que la ley lleva implantada en Oregon.
Los oponentes dicen que el cuidado en los últimos años de vida del paciente ha avanzado hasta el punto que el dolor puede ser controlado. También dicen que no habría forma de saber realmente si las salvaguardas funcionan porque incluso sólo un poco de información sobre casos específicos podrían llegar a ser públicos, y no habría posibilidad de una revisión independiente sobre posibles abusos.
La Asociación Médica del Estado de Washington, que representa a casi 7000 médicos, dijo que se oponía a la I-1000.Aunque sus miembros no votaron a la iniciativa específicamente, pasaron una resolución diciendo que los doctores no deberían participar en estos actos y reiteraron su apoyo a la posición de la organización de que los doctores no deberían "causar la muerte intencionadamente".
La campaña por la I-1000 ha sido la más cara de todas las que ha habido este año en todo el estado, con más de 6 millones de dólares recaudados de organizaciones y particulares de todo EEUU.
Los simpatizantes recaudaron en torno a 4.9 millones. Los mayores respaldos incluyen la organización por el derecho a morir Compassion & Choices y Death with Dignity, junto con el anterior gobernador Booth Gardner.
Los oponentes recaudaron 1.5 millones. Los mayores donantes incluyeron grupos católicos como los Caballeros de Columbus, la Archidiócesis de Seattle y otras diócesis.
Esta es la segunda vez que los residentes de Washington votan una medida para que los doctores intervengan en la muerte.
En 1991, los votantes de Washington rechazaron la Iniciativa 119, que habría permitido a los médicos prescribir estos fármacos, pero de forma distinta a la I-1000, habría permitido también admisistrar inyecciones letales a pacientes terminales que no podían tomarse las medicaciones por sí mismo.
#2 Puedes llamarlo suicidio de una puta vez si quieres. A mí no me importan las palabras, solamente quiero que no me torturen cuándo ya no hay nada que hacer.
#2 De hecho, aquí mucha gente lo disimula como eutanasia.
No es lo mismo eutanasia que suicidio asistido.
Eutanasia se usa cuando el sujeto padece una enfermedad que hace presagiar una muerte cercana. Puede ser directa (aplicación de medidas encaminadas a producir la muerte) o indirecta (aplicación de medidas que pueden producir la muerte, pero ésta no es su fin principal, por ejemplo mórficos para aliviar el dolor).
El suicidio asistido se aplica a pacientes que tienen una enfermedad que no compromete su vida a corto plazo, pero sí su capacidad para cometer el suicidio sin ayuda.
Lo de suicidio asistido es cosa de los oponentes.
Bueno, el derecho a morir indignamente está implícito en las guerras y eso.
Al menos son sinceros y llaman las cosas por su nombre: suicidio asistido, no como aquí, que lo disimulan de muerte digna