Hace 15 años | Por albertini a elmundo.es
Publicado hace 15 años por albertini a elmundo.es

La perra cogió a la recién nacida con su boca, sin morder, tal como hace con sus crías, y la trasladó a lo largo de 50 metros hasta su precaria 'vivienda', un cobertizo montado con chapas y maderas viejas, al lado de un gallinero

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