La clasificación de las especies con arreglo a su historia evolutiva no sólo nos informa de las relaciones de parentesco entre los seres vivos sino que, puesto en su entorno geográfico, nos da pistas sobre cuestiones ecológicas importantes. En este contexto se enmarca este trabajo recientemente publicado por un grupo del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados. Relacionada: El genoma puede diferir de una persona a otra en más de un 10%