Como parte de las celebraciones del Año Nuevo, existía en la antigua Babilonia un ritual que consistía en hacer un sacrificio humano a los dioses. Pero no se trataba del sacrificio de una persona cualquiera sino del sacrificio de un rey.Por ello los monarcas abdicaban de su cargo a favor de otra persona —generalmente escogida entre los pobres de la ciudad— a la que se denominaba rey por un día y que se hacía cargo de las obligaciones del rey, incluso de la de ser sacrificado.
Comentarios
juas, qué listos eran los babilonios... reyes para lo bueno, pero no para lo malo, no como ahora que tienen un montón de obligaciones de las que no se escaquean... oh wait!
Probamos?
Se me ocurren unos cuantos para el puesto..