Genial. Como la situación era mala cambiemos sin ninguna garantía de que podremos estar peor. Salvo cantos de sirenas no precisaba medidas directas que beneficiaran a los trabajadores sino al poder económico, incluso extranjero.
Donde existe desesperación es fácil suscitar esperanza. Y utilizar la esperanza para engañar.
Engañar con unas medidas que benefician a las grandes empresas y al capital extranjero, disfrazadas y encubiertas como convenientes para todo el país.
Arropado por el embajador de EEUU y el FMI van a intentar lo de Chile con Pinochet. Argentina es un país rico y extenso, con grandes recursos, con una buena situación geoestratégica, y socialmente está suficientemente macerado y machacado.