El personal de una unidad desplegada en el Líbano tuvo la mala idea de dar de comer a unos gatos que se habían colado en la Base. Un capitán, en una hazaña que eclipsará a Blas de Lezo, dio orden de no darles alimento alguno, ya que su existencia al parecer era vista como una amenaza a su autoridad. Los militares dejándose llevar por su humanidad dieron igualmente agua y comida a los animales. Este capitán consideró inaceptable el gesto y el 27 de mayo del corriente año ordenó a sus subordinados capturarlos.
Comentarios
Dejar al sol del desierto a unos animales encerrados en un cubo... hijo de la gran puta espero que un follacabras te vuele la puta cabeza.
Valiente hijo de puta el capitán.