Muerto por agotamiento. Esa parece ser la causa más probable del fallecimiento de un perro en Vall d'Uixó, un municipio de Castellón. Los testigos consultados explican que no podían creer lo que estaban viendo: un hombre pilotaba un ciclomotor del que llevaba enganchado con una correa a un galgo, que no tenía más remedio que correr tras él. En un momento dado se detuvo en un Stop, donde el perro ya no pudo seguir. Lejos de tratar de auxiliarlo, «soltó la correa, dejó al perro en el suelo y se fue».
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El hombre es vecino de la ciudad. Otros testigos afirman que no era la primera vez que hacía algo semejante, «el día anterior ya fue visto por varias personas cuando conducía una furgoneta blanca llevándolo enganchado con la correa por la ventanilla y el perro corriendo al lado», aseguran. Llegan a precisar que «tenía las almohadillas de las patas quemadas y llenas de heridas».
Se me ocurren tantos insultos y adjetivos a la vez que no vale la pena reproducirlos aquí.
Espero que este saco de mierda con forma antropomorfa, me niego a llamarle humano, reciba un muy severo correctivo.
Los perros de caza y de trabajo no tienen la misma categoría en la ley de bienestar animal por culpa del PSOE por no perder votos. Ni se aproxima a la ley europea que los protege.
Al parecer esto es muy habitual en nuestros amados pueblos de esta nuestra Egpaña.
En un pueblo de Guadalajara donde he veraneado alguna vez los garrulos de turno van en la fregoneta y llevan a los galgos por fuera, corriendo, atados con correa. "Eg que así los entrenan y luego hacen carreras de galgos", me dijeron al preguntar por el tema.
Ni que decir tiene que todo los alrededores del pueblo son cotos de caza, que torturan a toros en las fiestas, etc, etc...
La Egpaña vaciada, dicen. Y más que tenía que estar, pienso yo.
#1 Igual lo de vaciada se refieren a que andan faltos de empatía.