Publicado hace 5 años por --546793-- a elperiodicodearagon.com

El mayo de 1968 estaba al caer y París era un hervidero. Una de las personas que se organizaba en sus calles era Tomás Ibáñez. Un zaragozano que debido al franquismo pasó clandestinamente a Francia junto a su madre. Y en ese clima participó en la creación de un símbolo que todavía puede verse en las paredes de medio mundo. Un círculo negro con una letra A en su interior. Convencido militante libertario, regresó a España para participar en la reconstrucción de la CNT tras la muerte del dictador Francisco Franco.