Los ibones de Aragón, o lagos de alta montaña en castellano, están contemplados en el Inventario de Humedales Singulares de Aragón y cuentan con un régimen de protección. Representan uno de los elementos naturales más singulares, a la vez que sensibles, de los ecosistemas de montaña sometidos a dos amenazas principales: el cambio climático y la sobreexplotación turística.