2025, el año de Linux en el escritorio... de mi suegro

Ya falta menos de un mes para que Windows 10 finalice su soporte, por lo que en los últimos meses he estado comentando con mi suegro las opciones respecto a su ordenador. El equipo es relativamente antiguo, un Core i5 de 3ª generación, pero con 8Gb de RAM y un SSD funciona perfectamente con Windows 10. Y mi suegro sólo hace cosas básicas con el equipo, navegación por Internet, documentos de texto, alguna hoja de cálculo, y la gestión de las fotos familiares.

Realmente tampoco había tantas opciones. Cambiar el ordenador por uno compatible, al menos 300€ con componentes nuevos, sobre la mitad si compramos segunda mano. Le planteé también que no era imprescindible hacer la compra ya, aunque el soporte acabe es posible estar unos meses más con Windows 10 manteniendo un nivel de seguridad razonable, aunque todos teníamos claro que esto era retrasar lo inevitable. Por supuesto, como alguien que lleva más de 20 años usando Linux, también puse sobre la mesa la opción más temida:

Migración a Linux

Como le conozco bien, traté de explicar de la forma más completa las ventajas, pero sobre todo los inconvenientes. Él me preguntó una serie de dudas al respecto, pero finalmente se decidió a dar el paso, ya que no tenía ganas de gastarse el dinero para sustituir un ordenador que funciona perfectamente.

También me dijo una frase que me gustó mucho: "Si otros han podido aprenderlo, yo también puedo". Creo necesario remarcar en este punto que mi suegro ya ha pasado su 70 cumpleaños. Y también que aunque ha usado ordenadores durante casi toda su vida profesional, y tiene un PC en casa desde hace algo más de 20 años, no es ni mucho menos un experto y/o aficionado a la informática.

Así que me encargué del proceso, copia de seguridad doble de todo, clonado del disco de sistema de Windows por si acaso hay que hacer marcha atrás (más vale prevenir), e instalación limpia de Debian 13 con KDE. El mantenimiento del sistema lo haré 100% yo, no él, así que Debian, que es lo que mejor conozco. Y KDE es el entorno que más se parece a Windows.

Como viene siendo tradición, algo tenía que dar por saco, nunca olvidemos que una de las ventajas de Linux es su consistencia. Esta vez fue la impresora multifunción laser, de Brother. Me llevó alrededor de una hora, pero conseguí dejarla funcionando al 100%, tanto la impresora como el escaner (mi grandísimo agradecimiento al proyecto brlaser, github.com/pdewacht/brlaser).

Tras un día de uso, mi suegro hizo otro comentario interesante: "Nada me ha asustado".

Y esto, Microsoft, ha sido tu mayor cagada con Windows 11. La obligación de cambiar el ordenador, los anuncios en el sistema operativo, la IA metida con calzador, y las políticas anti usuario de los últimos años. Una decisión que coincide en el tiempo con el momento en el que Linux ya no asusta. Y Linux mientras tanto a su ritmo, dando soporte completo a hardware con 20 años, sin meter mierdas innecesarias, ni anuncios, ni IA que nadie ha pedido.

Lo que viene siendo, un mejor producto.

Así que "enhorabuena" Microsoft, uno menos.