Benito Díaz
El gobierno de Canadá, a través de su página web oficial, ha presentado una serie de pautas para el autocultivo casero medicinal, reconociendo de esta forma el derecho de la ciudadanía a tener en casa hasta cuatro plantas de cannabis. Aunque las normativas varían según las provincias y territorios, se trata de un aval institucional que ratifica las normativas de este modelo de regulación.
En octubre de 2018, el país norteamericano reguló el cannabis en su vertiente de uso adulto, habiendo regulado ya el acceso al cannabis terapéutico en 2001. Se convirtió entonces en el segundo país del mundo que legalizaba el uso adulto del cannabis, por mano del ejecutivo liderado por Justin Trudeau, que argumentó en debate parlamentario en favor de la medida, pues aumentaría el control del estado de las ventas ilegales, el fin del mercado negro y la protección de los menores. Cinco años después, Canadá se ha convertido en una de las principales potencias en el impulso de la industria cannábica, invirtiendo en investigación y desarrollo y aumentando los derechos de sus ciudadanos de forma paulatina.
Los consejos propuestos en la página web del gobierno son solo unas breves pautas al respecto del autocultivo de uso medicinal; sin embargo, constituyen un gesto muy importante, al mostrar respeto por las medidas implantadas y recalcar la responsabilidad gubernamental en el cuidado de personas enfermas.
Advertencias
Las líneas comienzan con una serie de aclaraciones al respecto de la normativa de Acceso al Cannabis para Fines Médicos (ACMPR). Éstas deben ser autorizadas por profesionales de la salud, además de figurar en el registro de Health Canada, donde se especificaría la cantidad de Cannabis que se va a producir para estos fines de salud.
La producción solo puede ser iniciada una vez se tengan los certificados y deben cumplirse a rajatabla los parámetros establecidos, límites máximos de plantas, almacenaje y estimación de posesión. Este Cannabis no puede ser compartido ni proporcionado a otras personas.
Las notas recuerdan que la ACMPR incluye reglas para “ayudar a mantener la seguridad de los pacientes, las personas designadas para producir para los pacientes, los residentes del hogar y las comunidades circundantes que deben seguir todos los solicitantes de registro. También se espera que cumpla con todas las leyes provinciales/territoriales y municipales pertinentes, incluidos los estatutos locales sobre zonificación, seguridad eléctrica, seguridad contra incendios, junto con todos los requisitos de inspección y remediación relacionados”.
Recomendaciones de autocultivo
El documento se estructura en varios epígrafes, a saber: recomendaciones generales para el cultivo al aire libre, interior, almacenamiento, salud y eliminación segura.
Los aspectos generales, recuerdan que es responsabilidad de las personas cultivadoras asegurarse que las plantas o productos de Cannabis estén seguros y que otras personas, sobre todo menores, no puedan acceder a ellos. Deberán además llevar un cultivo discreto, fuera de la vista de personas en el exterior, limitar los olores de la producción, etcétera.
La producción al aire libre deberá ser en un terreno autorizado, fuera de los límites de escuelas, patios de recreo, parques u otros lugares públicos frecuentado por personas menores de 18 años. “Es posible que desee considerar la instalación de una valla alta con puerta de bloqueo o sistemas de alarma para ayudar a mantener segura su área de producción”, explican desde la ACMPR.
La producción de interior “deberá contar con los necesarios sistemas de ventilación para eliminar excesos de humedad y evitar que se acumule moho en las plantas o en el edificio”. Si la persona cultivadora decide llevar a cabo cambios en la estructura de su hogar o en su sistema eléctrico, “debe buscar el asesoramiento de un profesional autorizado para asegurarse de que cumple con las ordenanzas de construcción municipales y provinciales”
El almacenamiento plantea cuestiones diversas, por ejemplo, instalar cerraduras fuertes en las puertas de todos los lugares donde se produce o almacena el Cannabis, “y/o instalar sistemas de alarma o monitoreo del hogar”. La Marihuana debería estar almacenada en un lugar seguro y protegido, que se pueda asegurar con un candado, como un cajón, armario, caja o baúl, por ejemplo. “Si tiene hijos o hay menores que visitan su hogar regularmente, también puede querer asegurarse de que el Cannabis y sus productos se almacenan en recipientes a prueba de niños para evitar la ingestión accidental”.
El apartado destinado a la salud, especifica el uso de pesticidas, los cuales han des er de uso seguro y destinados para el manejo simple. Health Canada ofrece la consulta de las directrices para propietarios de viviendas sobre el uso de pesticidas para enfrentar estos casos. También advierte sobre el uso de solventes orgánicos, como benceno, cloruro de metilo, butano, hidrocarburos clorados, debido a los residuos del proceso y a la posibilidad de explosión. A su vez, desaconseja el uso de estas sustancias si se está elaborando mantequilla o aceite de Cannabis.
El escrito concluye con algunas recomendaciones para la eliminación segura del Cannabis. “Si produce más Cannabis del que está autorizado a poseer o almacenar, debe destruir la cantidad excedente para mantenerse dentro de su límite autorizado de almacenamiento y /o posesión en todo momento”, explica la entidad. “Para proteger a otras personas, especialmente niños o jóvenes, o mascotas en su hogar, debe hacer que cualquier exceso de cannabis no sea apto para su uso o consumo antes de desecharlo. Un método para deshacerse del exceso de cannabis es mezclar la marihuana con agua y mezclarla con arena para gatos, para enmascarar el olor, y luego colocarla en la basura doméstica habitual”. El documento indica que no es buena idea quemar las plantas de Cannabis para llevar a cabo estos fines.