Y ahora que he vuelto de fiesta, y me he quitado el sombrero que sólo me pongo una vez al año, me da por reflexionar y busco un camino menos trillado que el balance anual.
Mi pensamiento va hoy hacia toda esa gente que tiene mi misma edad, o una poca menos, y que ha ido capeando el temporal de estas crisis a fuerza de pequeñas o grandes renuncias. Ya no hablo de los que tuvieron que marcharse al extranjero, o los que tuvieron que cambiar de profesión, sino de los que se sienten relativamente bien con su vida y su trabajo. Y hasta de mí mismo, si no me pongo muy exquisito en las delimitaciones.
Y el caso es que creo que en nuestra generación, o en nuestra generaciones, porque son varias, hay demasiadas personas con corazones como bolsos cerrados, gente que en vez de gastar la vida la lleva usureramente hasta la muerte, y allí la entrega toda de un golpe.
¿Desvarío? No creo. ¿He bebido? No tanto como para perder el tiento de lo que escribo.
Lo que pretendo decir es que cada día conozco más personas que se preocupan más por su salud que por su vida, que corren para estar sanos pero son incapaces de estar alegres, que el principal fin de sus fines es vivir más años, pero no disfrutan de nada, no se arriesgan a nada, no miran de frente ningún deseo, ni reconocen otra aspiración que estar más seguros, vivir más años y cobrar mejor jubilación.
Y así, de año en año, empujan su vida, trasvasándola de un calendario a otro como el que todos los días cambia de garrafa el vino que no se bebe, como el avaro que entierra las monedas y las desentierra por el placer de contarlas, pero sin intención de convertirlas nunca en un caballo, una mujer o una juerga.
Así, de año en año, siguen a nuestro lado haciéndolo todo un poco más borroso, como si fuesen ellos, más que el tiempo, los que nos hacen envejecer. Y quizás sea así. vete a saber...
Ojalá sepamos gastar hasta el último céntimo de este año nuevo que nos regalan.
Comentarios
Eso es cierto. Durante el año pasado me enteré de que varios compañeros de profesión (y algunos verdaderamente jóvenes) tuvieron enfermedades graves derivadas del estrés. Lo más terrible es que eran enfermedades asociadas a una edad avanzada, y cuando te enteras de que alguien menor de 40 años las ha sufrido, te quedas de piedra. La explotación por parte de terceros (y la autoexplotación cuando eres autónomo) implican desperdiciar la vida y quedarte sin futuro...por miedo al futuro.
Y cuantas más necesidades te creas, más esclavo eres. Un abogado de más de 70 años, me contó que seguía trabajando porque tenía un montón de coches, casas en la playa y la montaña y otros lujos que mantener.
Al final, los más sabios se dan cuenta de que hacer lo que amas todos los días vale mucho más que atesorar artículos de lujo que sólo disfrutas unas horas al mes.
Pues todo tiene su término medio. No es lógico vivir una vida totalmente disciplinada donde te niegas los gustos por vivir unos segundos más (si no te pasa un coche por encima) pero tampoco es lógico llevar una vida totalmente autodestructiva y llena de excesos donde no piensas en el mañana.
Este año hemos enterrado a un conocido de la familia, cliente de toda la vida del bar de mi padre, un hombre alegre que vivió la vida al máximo, un golfo, un borracho y un juerguista, le reventó la patata con 39 años.
Tampoco creo que eso sea "vivir"
Haberlos hailos pero también de los otros, de los que viven la vida como si fuera una aventura aunque sólo sea por el próximo proyecto, el próximo viaje, la próxima manualidad...
Parece que estéis en Azkabán, con dementores por todas partes. Seguro que hay lugares menos tóxicos 😜
Me ha chocado muchísimo eso de "enterrar las monedas" sin intención de comprar con ellas una mujer, o cualquier otra cosa que te de placer.
¿Es así como ves a las personas del otro sexo?¿como un objeto que se adquiere?
#4 Se llama metáfora, no interpretar las cosas literalmente o comprensión lectora.
Incluso si no fuese metafórico (que lo es claramente), está en su derecho de escribir lo que le salga de los huevos.
#6 Sí, una metáfora, o un símil, como cuando Rodríguez dijo, a los 18 años de la Constitución, "si fuera mujer, se vestiría de largo, y si fuera hombre, iría a votar", o el otro, pepero también, "Las leyes son como las mujeres, están para violarlas" .
Yo no digo que no busque las figuras retóricas que más le agraden, pero de unos te lo esperas, y en otros casos, como a mí en éste, me choca. Me ha chocado muchísimo. Eso he dicho
#10 Pues es un problema exclusivo tuyo, porque la letra está clarísima. Tenéis un problema de radicalismo grave que os impide entender lo que veis o leéis, incluso obras que están a favor vuestro.
#4 O caniche que te la chupe, podría haber escrito el autor. La idea es la misma.
#0 Acertado mensaje para los que ya hemos pasado cierto ecuador y mirando atrás nos hemos dado cuenta de que sólo estábamos mirando la carretera y no el paisaje.
Gracias y un poco de "Hoy puede ser un gran día" de Serrat para todos.
Yo sólo puedo decir que me he atrevido a volver a hacer una cosa que me llenaba mucho y que estaba totalmente convencido de que no se me aceptaría por mi edad (normalmente es algo que hace gente más joven) o que sería visto como algo raro y estaba resignado a no hacer nunca más.
Creo que es una de las mejores decisiones de mi vida.
#5 ¿Por fin has conseguido viagra?
#0 Y todo eso lo dice un tipo que solo lleva el sombrero una vez al año, tu o eres tonto (y lo digo en sentido metaforico), o hablas por hablar.
Si te gusta llevar sombrero deberias de llevarlo mas dias al año, DISFRUTANDO DE LA VIDA y sin pensar en que eso puede ser un perjuicio para tu imagen... y si no te gusta llevarlo, no se para que lo llevas el dia mas señalado del año.
Pero no, dejando evidencias de su sometimiento a lo que el mismo critica, se atreve a juzgar la vida de los demas... CUANDO EL ES IGUAL.
En finfeindesland hazte un favor, coge el sombrero y pontelo a diario.... y luego vienes y reescribes tu texto, esta vez con algo mas de dignidad.