En España la pandemia va mal porque somos irresponsables.
En España la pandemia va mal porque no somos solidarios, no somos serios, no cumplimos las normas y nos pasamos por el forro de los huevos los riesgos que corren los demás.
En España la única solución es poner multas draconianas a los que no estén dispuestos a seguir las normas, porque si se trata de civismo no podemos contar con la colaboración de nadie.
En España hay que confinar, porque aunque en otros países se haya aplanado la curva con medidas menos drásticas, nosotros no entendemos otra cosa: o prohibición estricta, o nada.
Estas son las frases, más o menos, que vengo leyendo en los últimos días.
Pero coño, ¿nos hemos vuelto locos?
Si pensamos así, ¿cómo podemos creer en la democracia?
Si pensamos así, ¿cómo podemos creer que lo mejor para todos será lo que semejante pueblo vote?
Semejante pensamiento es profundamente reaccionario. Hablar así de nosotros mismos nos descalifica como personas capaces de tomar decisiones sobre sus preferencias o su destino. Hablar así de nosotros mismos es como invocar a Franco con la ouija.
O creemos en la gente, y nos plegamos a lo que la gente es, siente y piensa, o nos creemos superiores a la gente y aplicamos una especie de despotismo ilustrado en el que buscamos lo mejor para el pueblo, pero pasando del pueblo.
Y yo, de momento, creo en la gente.
Porque al final voy a ser más progresista que la mitad de la gente que circula por aquí.
Cosas veredes.
Comentarios
Creer en la gente es el camino más rápido para almorzar decepción.
Incluso sin creer en la gente, a veces llega a decepcionarte.
#2 Por eso la democracia es tan decepcionante.
Lo malo es que no parece que existan más alternativas posibles. Creer en cualquier otra cosa que no sea la gente, no son más que ilusiones que siempre acaban acarreando peores consecuencias.
#2 Por eso soy misántropo, pero trato de no ejercer demasiado.
#7 yo tengo como filosofía dejar que la gente me decepcione una vez.
Así nadie puede recriminarme que nunca le di una oportunidad, y me afianzan en la posición de que el ser humano es deleznable.
Hay poca gente que no me ha decepcionado, pero suelen ser los mejores, en todos los sentidos.
#9 Si el mundo te falta, es que le faltaste al mundo.
Ciudadela. Antoine de Saint Exupery.
#10 uno de mis mejores amigos tiene un dicho sobre mi "TioPaco es incapaz de decepcionarme, tras muchos años he aprendido a no esperar nada de él, así de cuando en cuando, me da una alegría"
La primera regla de la misantropia es no excluirte del grupo.
#11 Yo pienso eso mismo de las serpientes
Lo de la misantropía y el no excluirte, me lo tienes que explicar mejor, que no lo pillo.
#12 que si piensas que todo ser humano es despreciable y tarde o temprano te va a fallar, no puedes omitir que eres un ser humano.
Todo indicio de misantropia requiere algo de autodesprecio.
Suelo aplicar una pequeña variación de la frase: "creo en la gente creíble".
La democracia es el gobierno de la mayoría. Y la mayoría se equivoca.
Por algo tenemos leyes y jueces. Se puede ser perfectamente demócrata y establecer obligaciones. Igual que obligamos a llevar casco o cinturón de seguridad.
#5 Ni que los jueces fuesen seres de luz...
#8 no lo son, no, pero es mejor que no tener ni leyes, ni jueces.
Yo soy ateo. Tampoco "creo" en la gente. Allá cada cual con su fe, pero la democracia no consiste en creer en los poderes mágicos de la misma.
Saludos
A mí me parece que todos llevamos dentro lo mejor (empatía, bondad) y lo peor (egoísmo y sus consecuencias). Como humanos no somos perfectos, ni perfectamente buenos ni perfectamente malos. No podemos esperar grandes cosas a este nivel, aunque creo que coincido contigo en que tampoco veo acertado criticar a unos y no a otros: los españoles tenemos virtudes y defectos, exactamente igual que la gente de otros países. No veo acertado criticar por criticar o creer que somos peores que los demás.
Pero en mi caso yo no llegaría al punto de decir demasiado fuerte que "creo en la gente". Casi todos tenemos un punto de egoísmo y bastante tengo con ocuparme de dejar de alimentar mis propios defectos, teniendo en cuenta además que solemos tener puntos ciegos. Aunque sí puedo decir "creo en la gente" en el sentido de que en todos hay un punto de bondad, ya sea a las claras o más escondido en lo profundo de cada uno, por lo que si nos damos la oportunidad, finalmente lo bueno de cada uno brotará. Supongo que cada uno ha de empezar por sí mismo, mirando dónde puede mejorar.
Es que yo no creo en la democracia. Un sistema viciado de origen, porque es una paradoja matemática, que encima genera una dinámica absurda de gasto de energía en descalificar al supuesto contrario, superior al dedicado a la gestión del país, es una auténtica basura.
Primero educación y ética, después, un sistema representación por sorteo entre los mejores profesionales y catedráticos del país. Se les pagará lo mismo que cobraban en sus puestos anteriores, y a posteriori un jugoso incentivo si el pueblo vota que lo ha hecho bien.
Las elecciones serían para votar el trabajo realizado, no promesas absurdas que además, no están ni obligados por ley a cumplir.
En españa el individuo es generalmente inteligente, pero no hay frase mas cierta que "la inteligencia de la muchedumbre es la raiz cuadrada de la gente que la compone"
Personalmente la democracia me parece buena idea por no tener fe en la gente. La fe en la gente es la que aúpa a caudillos, tiranos y padres de la revolución. Mejor tomar a la gente por lo que es, seres capaces de lo mejor y lo peor dependiendo principalmente de las circunstancias. Mejor organizarnos para potenciar lo mejor de nosotros y coartar lo peor.