Hace 1 año | Por chicKles
Publicado hace 1 año por chicKles

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D

La curiosidad es un reforzador natural, tiene valor en si misma. Se han hecho experimentos con ratas en laboratorio y se ha observado que explorar un entorno nuevo se das con más frecuencia aún habiendo otros reforzadores cómo alimentos (estando cubiertas ciertas necesidades).

El trabajo, al fin y al cabo, responde a la obtención de dinero para ciertas necesidades. De ahí que el trabajo sea un medio para un fin. Darle más valor al trabajo, salvo aquellos casos en los que verdaderamente es satisfactorio, es para mí un error. Muy poca gente tiene un trabajo al que se dedicaría sin remuneración. Eso no quita que haya cosas altamente satisfactorias en él, y que puedes darle un valor satisfactorio a otras. Yo trabajo en hostelería, y trato de sugestionarme mediante pensamientos y el control atencional para tratar de dar el mejor servicio y satisfacer a los clientes que atiendo, aunque sea en nimiedades, saliendo satisfecho de ello. A su vez, me niego a ejercer ciertas prácticas, cómo dar gato por liebre o estafar a los clientes, que aun estando instauradas en la empresa me niego a ejercer. Tuve que dejar un trabajo por esto, entre otros factores, por su falta de ética en temas de overbooking y lucro a toda costa no importándoles nada. Afortunadamente, en el que estoy comulgo con mi jefe, que es más compañero que jefe, cosa rara de encontrar. Creo que es vital no ejercer una profesión dañina o con la que uno no comulgue; por sus efectos en los demás y por los efectos que tiene en uno mismo.

Yo pase por una situación cómo la tuya y tuve que reorientar mis prioridades. Decidí trabajar menos y tener más tiempo, tras un par de años trabajando de noche para ganar más pasta y tener ahorros. Ahora trabajo media jornada y gano 700€, puedo permitirme muy pocos gastos, pero los gastos que realizo tienen ahora más valor ya que los priorizó y los valoro por su excepcionalidad. Tengo tiempo para curiosear y aprender (estudiar es algo infinito, una vez escribí: "la curiosidad, y no el acontecimiento, siembra riquezas en cada paraje"), reflexionar y dedicarme a aquello que me gusta, también puedo visitar más a mis seres queridos o disfrutar de la mera contemplación de las cosas que antes, por el ajetreo diario, no atendía. Ahora el trabajo sirve a mis fines.

Obviamente, lo primero es lo primero. Si uno tiene necesidades económicas, ya no digamos hijos, debe priorizar; también tiene que tenerse en cuenta el futuro, ya que las cosas pueden venir mal dadas y hay que tener cierta seguridad. Pero en muchos casos, cómo era mí caso, muchas de mis "necesidades" no eran necesidades, del mismo modo que, como enseña Epicuro, muchos "placeres" no son placeres. Es cierto también que renunciar a ciertas necesidades o placeres puede implicar un alejamiento de ciertas personas y conllevar un sufrimiento en el corto plazo al perderse esos reforzadores, pero debemos tratar de mirar un poco más allá. El valor de las cosas casi nunca radica en ellas, sino en la forma en que se usen y las vivas.

Perdón por el tocho, y ánimo: ve a por los especuladores!!!

asurancetorix

#3 Coincido con #4 Podría ser mejor gestionar la desmotivación dejando que el trabajo se convierta en una rutina confortable, algo que no te absorba y te permita volcarte en tu vida personal, en lo que te gusta, en tus seres queridos... En ti.

O, dicho de otra forma, la tortura de especuladores inmobiliarios también podría ser una actividad extraordinariamente prometedora como hobby.

chicKles

#4 #5 Me quedo con esta frase:
 
"El trabajo, al fin y al cabo, responde a la obtención de dinero para ciertas necesidades. De ahí que el trabajo sea un medio para un fin. Darle más valor al trabajo, salvo aquellos casos en los que verdaderamente es satisfactorio, es para mí un error" 

"Podría ser mejor gestionar la desmotivación dejando que el trabajo se convierta en una rutina confortable"

Gracias por los consejos! Creo que si, que la clave es entender bien el rol del trabajo en mi vida, o mejor dicho, tengo que empezar a entender y a definir bien la rutina del trabajo para hacerla mas confortable de alguna manera.



 

chicKles

PD: Lo único que me podría motivar es acabar con la especulación inmobiliaria

asurancetorix

#1 Supongo que lo sabes, pero lo dices tú mismo muy claramente: te motiva lo que no conoces, curiosear, aprender, estudiar algo nuevo. Eso es muy habitual, el problema es que es complicado encontrar novedades después de un lustro en el mismo trabajo... o en la vida misma. Es el pan de cada día para mucha gente.

Sabiendo eso también tienes la respuesta: busca alguna tarea nueva, aprende sobre temas relacionados o cambia de trabajo, según lo importante que sea para ti. Pero sé consciente de que lo que hagas también terminará siendo rutinario, a no ser que encuentres un trabajo que consista en aprendizaje, novedad o estudio en sí mismo... ¿investigador? ¿Astronauta? ¿Corresponsal de guerra? ¿Torturador?

PD: si acabas con la especulación inmobiliaria te motivarías tú y a muchísima más gente, eso seguro.
PD2: es más, si combinas acabar con la especulación inmobiliaria y la tortura, la actividad podría ser sugestiva y estremecedoramente motivadora

chicKles

#2 Torturador de especuladores, me gusta. Voy a actualizar mi LinkedIn y a buscar alguna oferta de ello. Pero como bien dices, en algún momento de me volverá rutinario, porque ya no tendrá novedad o aprendizaje, a no ser que entre en el departamento de I+D de Speculator Tomermentor S.L.