Tu cielo, lleno de grietas
es un enjambre de abismos,
la reja de tus tristezas,
un nudo de laberintos.
Derribaste los recintos
de tu vida, que te ataban,
y quedaste a la intemperie,
fuiste un asesino en serie
de todos los que te amaban
por tener más libertad.
Ahora ya ves la verdad:
romper todas las cadenas
es condenarse al vacío,
apagar todos los fuegos
es suicidarse de frío.