Vivimos en un sistema democrático (monárquico pese lo que me pese) que como todo sistema tiene sus reglas subyacentes. Entre estas reglas no escritas está la alternancia. La alternancia de bloques políticos en el poder es necesaria nos guste o no ya que, si un bloque queda demasiado tiempo en el poder, aunque sea de forma completamente legal, creará un desanimo en el bloque contrario y hará que parte de este último bloque deje de creer en las reglas democráticas.
Aquí hay muchos detalles, como pensar inocentemente que el bloque de derechas respeta todas las normas democráticas, pero pensar que “mi bloque” debe de seguir en el poder porque me representa durante muchos más años es algo, que aunque natural, es negativo para la convivencia en un estado democrático. Ya no solo por lo comentado anteriormente sino porque la concentración de poder alargada en el tiempo tiende al clientelismo y la corrupción, y con ello al hartazgo de los simpatizantes del bloque gobernante.
Tenemos muchos ejemplos de ello, desde el PSOE de Felipe Gonzalez o Andaluz, hasta el PP Madrileño o Valenciano. En todos ellos acabó igual, un sector amplio de la ciudadanía que no se sentía representada, ya no solo por sus gobernantes sino por el propio sistema, corrupción y enchufismos de empresas, amigos y familiares, y lo peor de todo un amplio enfrentamiento de trincheras entre los bloques ideológicos de la población.
Tristemente me toca decir que la gente de izquierdas estamos ante un dilema muy gordo; entre soltar la pelota y dejar jugar a la otra clase, y con ello permitir que una banda de nazis entren en las instituciones (realmente nunca se han ido, todos forman parte del Estado de una forma u otra, y VoX siempre ha sido parte del PP); o pelear porque nuestro bloque siga en el poder haciendo que España mejore objetivamente como lo está haciendo (todos los indicadores señalan a España como un lugar donde invertir) y arriesgarnos a que un sector ya radicalizado se radicalice más.
No lo tengo claro, pero a veces si un niño está enrabietado con algo lo mejor es dejar que lo haga, se la pegue y aprenda.