Es innegable que la tauromaquia fue cultura en el pasado, en tiempos mas atrasados y primitivos, como también lo fue la vida en las cavernas, o el sacrificar bebés humanos a los dioses para que lloviera. Pero precisamente la mayor prueba que podéis tener de que la tauromaquia solo fue cultura en el pasado y ya no es cultura en el presente es muy simple: que el lobby taurino se niega en redondo a que se haga un referéndum a la ciudadanía, no ya sobre si prohibir o no la tauromaquia, sino siquiera sobre si poner una casilla en la declaración de la renta para que a la tauromaquia la financie solo quien la quiera financiar con sus impuestos.
Últimamente se ha puesto de moda entre los comentaristas taurinos decir que la tauromaquia ha renacido, que se ha puesto en auge otra vez. Cada vez que les leo eso, pienso: "sí, con el dinero ajeno". Sin el dinero de los impuestos de los antitaurinos, ya veríamos cuál sería el "auge" actual de la tauromaquia.
Un taurino tiene la libertad de ir a una corrida de toros si quiere. Sin embargo, un antitaurino tiene que pagar esa corrida forzosamente, quiera o no, con sus impuestos, pues no le permiten expresarse en referéndum. Esta es la famosa "libertad de la tauromaquia" de la que nos vienen hablando últimamente, la libertad, y el "auge", que da el dinero ajeno.
Esta es la mayor prueba que podéis tener de que la tauromaquia ya no es cultura. La tauromaquia moderna es solo un robo de dinero de unos a otros, blanqueado con maltrato animal.
O quizá no esté de mas introducir aquí una especificación conceptual: puede que la tauromaquia siga siendo cultura hoy día, pero si la tauromaquia es cultura de algo en la actualidad, es cultura de la incultura, del atraso, de la irracionalidad, de la bajeza, de la vileza, de la irresponsabilidad, y del maltrato innecesario e injustificable. Es decir, una cultura negativa, regresiva, destructiva. Y por supuesto, aun así, ya no es una cultura de todos, como debe ser toda cultura, solo de un residuo imbécil, que también reinstauraría el sacrificio de bebés humanos a los dioses para que llueva, el echar presos a los leones, o la vuelta a la vida en las cavernas.
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