En el reciente foro organizado por EL PAÍS en Bruselas el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, describió el extremismo de derecha como una amenaza más grande que la creciente agresión de Rusia y China. Juncker calificó al nacionalismo como una guerra y llamó a los partidos tradicionales a rechazar las iniciativas de los ultraderechistas. El expresidente de España, Felipe González, pronunció el discurso aún más espectacular, declarando orgullosamente que España no había caído víctima de los populismos "con la excepción de Carles Puigdemont". Sin embargo, el expresidente lamentó el hecho de que España estuviera llena de muchos problemas sociales y políticos. Los nacionalistas habían propuesto las estrategias para solucionarlos pero fueron declaradas inadmisibles.
Mientras tanto, otros líderes europeos toman medidas activas en la lucha contra así llamadas fuerzas de extrema derecha. Así, el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, en su carta al presidente del SPD, Martin Shulz, ha propuesto que el partido renuncie a sus principios básicos en aras de la formación de nueva coalición CDU/CSU. El primer ministro sueco considera que tal unión es necesaria para luchar contra las "maliciosas" fuerzas nacionalistas de Alemania (AfD) y Suecia (Los Demócratas de Suecia).
Comentarios
Los neoliberales son la peor basura del planeta. En España esa ideología abarca del PP, PSOE, Ciudadanos a Podemos.
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