Se trata del último proyecto del joven Grupo Mosh, Motel Particulier, un restaurante especializado en cocina francesa que -al más puro estilo de los locales londinenses y neoyorquinos- a partir de las doce de la noche se transforma en una sala de fiesta privada con tintes de club secreto. Mezcla de restaurante parisino y club inglés, tiene “un aire muy internacional” y replica en esta ciudad de la Costa del Sol a los clubes más elitistas del mundo, de esos en los que para entrar no basta con tener una cuenta bancaria con muchos ceros (...)
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El objetivo es que los clientes -entre los que cuentan con numerosas caras conocidas- “se sientan seguros” al saber que “nadie puede grabarles, ni el camarero, ni el que está en la mesa de al lado”.
Otra noticia más de pijos cocainómanos y su impunidad.