Hace 10 años | Por --51656-- a cafefuerte.com
Publicado hace 10 años por --51656-- a cafefuerte.com

Unos muy bien escondidos ranchones -construcciones de madera en forma cónica y techadas con hojas secas de palma- en puntos intrincados de la capital cubana acogen los fines de semana a peleadores que desatan apuestas de miles de pesos.
Mario -no es su verdadero nombre- pasó sus años juveniles en la preselección nacional de boxeo, pero la vida le deparó situaciones familiares que le impidieron continuar con su carrera deportiva. Hoy hace de todo para mantener a su esposa e hijo y la tentación de ganar 10 mil pesos (416 dólares)