No abro este hilo para reabrir el debate sobre las circunscripciones electorales. Es evidente que sería más proporcional si existiese una sola; pero como eso no va a suceder de cara al 20-D, lo dejaremos para otro día. Hoy quiero hablar de cuáles serán los escenarios en los que se libren las grandes batallas entre los partidos tradicionales y emergentes:
Cada provincia tiene asignado un número de escaños en función de su población. A Madrid le corresponden 36 diputados (nº de votantes 4.850.000); mientras, Guadalajara elige 3 diputados (180.000 votantes). Para obtener un diputado por Madrid (con una participación del 100%) hay que conseguir el apoyo de 135.000 electores, en Guadalajara de 60.000. Lo mismo ocurre si comparas Barcelona o Valencia, con Huesca o Cuenca.
Al elegir las provincias grandes un mayor número de diputados, son también las que presentan una mayor proporcionalidad. Para partidos como IU o UPyD, esas provincias eran (siguen siendo) su mayor esperanza de obtener representación. Sin embargo, para Podemos y Ciudadanos, parece que será posible obtener representación fácilmente por las grandes provincias y también por aquellas de tamaño medio (Cádiz, Asturias, Zaragoza, Granada, Tarragona, Córdoba, etc).
En las provincias pequeñas, ni el PCE en su mejor momento consiguió obtener un triste escaño. Si Podemos y/o Ciudadanos lo consiguen, la dinámica bipartidista quedará muy tocada. Veamos cuáles son:
4 diputados: Lérida, Cáceres, Albacete, Burgos, Salamanca, Lugo, Orense, La Rioja y Álava
3 diputados: Guadalajara, Huesca, Cuenca, Zamora, Ávila, Palencia, Segovia y Teruel.
En total 60 diputados para una población de 4.027.000 habitantes. Casi un millón menos que la provincia de Madrid y 24 diputados más. Y, lo más importante, repartidos de forma totalmente desproporcional. ¡Menuda estafa!
¿Qué tiene que ocurrir para que el 20-D haya un vuelco electoral? En las circunscripciones de 4 diputados, que el primer partido no triplique en votos al emergente o el segundo no lo duplique. De esa forma se repartirían (por ejemplo): PP 2 diputados, PSOE 1 diputado Podemos o Ciudadanos 1. En las provincias de 3 diputados es necesario que el PP y el PSOE no dupliquen al partido emergente, para que el resultado pueda ser: PP 1 diputado, PSOE 1 diputado, Podemos o Ciudadanos 1 diputado.
Independientemente de lo que ocurra en esas provincias, sí parece claro que los partidos nuevos van a tener un peso suficiente para condicionar la política los próximos 4 años y, tal vez, el vuelco definitivo deba esperar. Tal vez.