Ayer vi un documental que seguía la vida de unos jóvenes estadounidenses que habían dejado el estrés y la contaminación de la gran manzana neoyorquina para construir una vida orgánica y vegana en el sur de Oregón. Al final del documental, descubrías que ambos llevaban 2 elecciones sin ejercer el voto y lo esgrimían como una mera razón de principios, ya que afirmaban no sentir ningún interés por la política, pese a que montaron la granja con ayudas de subvenciones de tipo estatal.
Desde siempre he enarcado las cejas cuando me encontraba con un ecologista de nuevo cuño, que por cierto, cada vez son más. Creo que todos aquellos que abogan por crear un cambio global con pequeños gestos no son conscientes de que existe un problema de base que destroza sus razonamientos: cualquier intento de resolver la crisis ecológica dentro de un marco burgués debe descartarse como quimérico. El capitalismo es inherentemente antiecológico. La competencia y la acumulación constituyen su propia ley de la vida, una ley que se resume en un mantra inquebrantable por nuestra forma de vivir y las propias leyes: "producción por el bien de la producción".
En una sociedad de este tipo, la naturaleza se trata necesariamente como un mero recurso para ser saqueado y explotado. La destrucción del mundo natural, lejos de ser el resultado de simples meteduras de pata arrogantes, se deriva inexorablemente de la lógica misma de la producción capitalista.
Podemos proteger al lince ibérico, podemos luchar contra las corridas de toros, podemos instalar placas voltáicas, podemos salvar al delfín finlandés y reciclar el plástico, pero esas soluciones, todas loables, necesarias y respetables, van al síntoma, nunca a la causa. Y no sólo son soluciones, son ya negocios que el propio sistema capitalista, voraz como ninguno, ha incluido en su maquinaria. Una maquinaría que además ya ha creado partidos políticos y forma de vida new age que calman nuestras conciencias: las noticias clickbait sobre maltrato animal, el veganismo como forma de transformación social (en un planeta donde el 32% de la población no puede elegir lo que come), la lucha contra el uso de las pieles, la agricultura ecológica, PACMA, la humanización esquizofrénica de las mascotas domésticas, las charlas TEDx, la comida vegana para perros, el comercio "justo", la economía circular...
La única forma de salvar el planeta, es salvar nuestro modo de convivencia. cambiar el sistema. Me fío más de una persona desideologizada por pura ignorancia que de aquel que, tras informarse, renuncia a la lucha social y la cambia, de forma exclusiva, por una lucha únicamente ecologista, sin entender que, de forma directa e indirecta, la principal causa del cambio climático es la desigualdad social, o lo que es su consecuencia: el modelo de consumo.
Comentarios
¿Quien salvo más arboles?
opciones:
a) el pendrive
b) ecologista o comunista
Aquí dejo una charla maravillosa de Miguel Anxo Bastos (El agotamiento de los recursos es una falacia | Miguel Anxo Bastos)
#4 ¿Qué contamina más?
a) Talar un árbol.
b) Fabricar un pendrive.
No pasa nada, se externalizó la producción de chips y el tratamiento de metales tóxicos a China, así que son ellos quienes sufren la contaminación. Como nosotros no la vemos... ¡no existe!
#4 siempre habra ideologos dispuestos a justificar a las elites y al status quo. pero #5 te ha respondido bien
los apologetas de sistema vigente no sois mejores que los paleocomunistas utopicos
#9 Tienes razón siempre habrá gente dispuesta salvar a las élites políticas
Es mucho más fácil y aceptado por la mayoría, buscar razones para no ser ecologista. Cualquier paso, por lo pequeño que sea, es un paso más hacia el cambio de sistema. Cuando todas las personas demuestren con pequeños gestos que están adaptadas para el mismo, es que el cambio sucede. ¿O qué es lo que se espera, que nos envíen a todos un manual de instrucciones con el "nuevo sistema" y que todo el mundo cambie de un día para el otro ?
Además demuestra un desconocimiento total sobre las comunidades ecologistas que se están formando por todo el planeta, y muchas de ellas en Europa. Cada una es un mundo y adopta sus propias medidas, pero os aseguro que no viven en el mismo "sistema" que la gente de ciudad. Sólo alguien que no ha ido nunca a ninguna podría escribir lo que escribes. Y eso no te deja en una situación muy favorable para opinar.
hipsters!
Casualmente, los países más ricos son los que más invierten en la transición ecológica, mientras que aquellos que están en vías de desarrollo aún no son capaces de permitirse dicha inversión por la priorización obvia de su subsistencia frente a la conservación del medio ambiente. Lo cual invita a pensar que para conservar hace falta actuar y para actuar hace falta dinero.
Igual el capitalismo no es una máquina perfecta de hacer dinero, pero ha demostrado que funciona bastante bien. La pregunta es: ¿podría ser más eficiente? Es decir, ¿podría generar riqueza suficiente con el mínimo impacto sobre el medio ambiente?
Tal vez para alcanzar este óptimo habría que incidir más sobre el modelo de consumo que sobre el capitalismo en sí mismo. Pasar de una economía lineal basada en producir, consumir y desechar a una bioeconomía circular donde esos mal llamados residuos se reincorporen a la producción podría ser el primer paso hacia una transición ecológica financiada por este sistema económico que tan poco nos gusta.
Me estreno con tu artículo
Estoy de acuerdo con tu planteamiento de cambiar el sistema. Creo que no hay que desestimar pequeños gestos desde la sociedad ya que esos cambios son mayoritariamente realizados por los consumidores que son los que pueden hacer cambiar el modelo que tenemos. Igualmente, la ciudadanía tiene que pedir estos cambios desde todo el espectro político para poder mejorar esta situación con demandas concretas como el recurso del agua, la desertización, ya que las soluciones locales a este tipo de problemas son muy poco efectivas. Ademas, los grandes cambios, desde mi punto de vista solo se dan desde arriba cuando emerge un gran obstáculo o crisis al modelo vigente, y me temo como ya bien se ha visto con otras crisis globales ocurre tarde.
#3 esos cambios son mayoritariamente realizados por los consumidores
la ciudadanía tiene que pedir estos cambios desde todo el espectro político
los grandes cambios, desde mi punto de vista 'solo' se dan desde arriba
Alabo tu intención pero creo que no entendiste el artículo. (sin acritud)
En Estados Unidos les resulta imposible concebir otro sistema que no sea el el capitalismo. Es como intentar convencerles para que hablen otro idioma. Bernie Sanders hablaba de 'socialismo' para referirse a un programa de subvenciones. Mejor prueba suerte en otro sitio
Unos calman la consciencia montando un huerto o comprando ropa sostenible. Otros apuntándose a un sindicato o haciendo guerrilla de redes sociales. O votando (hay quien le pone una fe asombrosa a algo que tiene una relevancia marginal). Eso de "luchar contra el sistema" suena demasiado abstracto. ¿Hay que reindustrializar España? ¿Hay que decrecer? ¿Estamos dispuestos a asumir las consecuencias?