Mientras la población joven se reduce por la caída de la natalidad, los trabajadores de más de 55 años se han convertido en el grupo que más crece y más empuje aporta al mercado laboral. La población de 55 a 69 años crece en 1,2 millones hasta rozar los 9,6 millones, ya supera en 867.000 a los jóvenes activos y eleva su tasa de actividad del 46,7% al 52,4% en el último lustro.