Las fuerzas de la oposición discrepan de las declaraciones del presidente de la Cámara gallega y se muestran más pesimistas. A este respecto, las fuentes nacionalistas y socialistas consultadas por "Nós diario" señalan que el Partido Popular no tiene ningún interés en aclarar lo ocurrido con Caixa Galicia y Caixanova y ponen como ejemplo la única reunión de la comisión después de su activación en octubre.
El presidente del Parlamento de la Galicia, Miguel Santalices, da por hecho un dictamen de la comisión de investigación de las cajas gallegas a lo largo de esta legislatura. Así lo apuntó el pasado domingo en una entrevista concedida a la Radio Nacional de España. En la conversación, Santalices señaló que supone que habría conclusiones y apoyó que se podrán incorporar a las mismas muchos acontecimientos que fueron surgiendo desde la última paralización de la comisión parlamentaria.
Las fuerzas de la oposición discrepan de las declaraciones del presidente de la Cámara gallega y se muestran más pesimistas. A este respecto, las fuentes nacionalistas y socialistas consultadas por "Nós diario" señalan que el Partido Popular no tiene ningún interés en aclarar lo ocurrido con Caixa Galicia y Caixanova y ponen como ejemplo la única reunión de la comisión después de su activación en octubre. La reunión celebrada el pasado 11 de diciembre en el Parlamento de la Galicia duró doce minutos, sin que desde el Gobierno se entregara ninguna documentación nueva a los grupos de la oposición.
Los antecedentes no dan motivos para la confianza a nacionalistas y socialistas. La comisión de cajas se constituyó en su primera jornada en 2012, fue paralizada en 2017 y se volvió a activar en octubre de 2020, después de la presión de la oposición y una sentencia de la Audiencia Nacional que impugnó la política de la Xunta de Galicia en la materia. Sin embargo, la actitud en la misma del PP limitó las comparecencias, redujo la parte de estas a simples actos de trámite sin resultado práctico ninguno y puso limitaciones al acceso a la documentación llave, hasta terminar la cuestión delante del Tribunal Superior de Justicia de la Galicia (TSXG).
Diversos procedimientos judiciales seguidos contra los responsables y la operativa de Caixa Galicia y Caixanova han abierto alguna línea de investigación pendiente de ser ampliada y continuada. Así, la Audiencia Nacional sentenció en el juicio celebrado en 2015 contra el ex director general y ex presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y otros directivos de esta entidad por las jubilaciones millonarias que Caixa Galicia estaba prácticamente quebrada; y Caixanova, si bien no llegaba al nivel de insolvencia de Caixa Galicia tendría serios problemas.
Unas cajas inviables
Las conclusiones elaboradas por los juzgados coinciden con los informes elaborados en su momento por el Banco de España, el organismo regulador encargado de controlar las cuentas de las entidades de crédito y que avaló la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. En el procedimiento de 2015 contra Fernández Gayoso, el director del Departamento de Inspección de Banco de España señaló que Caixa Galicia era prácticamente inviable, que Caixanova estaba un poco mejor que Caixa Galicia, pero que también estaba mal, habida cuenta unos desequilibrios en ambas cajas que hacían que no pudieran funcionar por sí solas.
Las semejanzas en la situación contable no sorprenden, ya que Caixa Galicia y Caixanova compartieron operativa, modelo de gestión y orientación del negocio. Un buen ejemplo de esto fue su posición en relación al sector inmobiliario, que representó en 2007 el 23% y el 26%, respectivamente, de la cartera industrial de Caixanova y Caixa Galicia o su presencia en el capital de sociedades constructoras, sin ninguna relación con Galicia, como Sacyr o Colonial. En esta misma orientación se explica que las cajas gallegas destinaran miles de millones de euros a financiar el sector inmobiliario, aumentado entre 2003 y 2007 el crédito promotor de Caixa Galicia en 181% y de Caixanova en 120%. A mayores, el grueso de las inversiones inmobiliarias financiadas por ambas entidades se ejecutaron fuera de Galicia.
Las causas de la quiebra de las cajas gallegas son de diversa orden. Una parte de ellas tuvieron un carácter estructural, estuvieron asociadas a las políticas que provocaron la explosión de 2007 y abrieron la puerta a lo que los economistas dieron en denominar como Larga depresión. Otras apuntan a la falta de control de los organismos reguladores gallegos y estatales, que tenían asignada la función de supervisión y vigilancia. Aun así, gran parte de la responsabilidad recayó en los equipos directivos, a cuya cabeza se situaron José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso, con una práctica y gestión marcadas por la falta de rigor y con unas políticas de inversión que no atendieron la función social definida en la propia naturaleza jurídica de las entidades.
Para ser claros, ni PP ni PSOE tienen interés en que se aclare nada. El PP mangoneó a placer la caja del norte, y el PSOE hizo lo propio con la del sur. Y aunque la del norte llegó cadáver a la boda, la del sur llegó agonizando. Fue una fusión fruto de un pacto de cobardes: las unimos y que las entierren juntas, y aquí no a pasado nada. Yo no destapo lo tuyo, y tu dejas tapado lo mío.
Salvo un vuelco electoral (que no se atisba) que mande a esos dos partidos a la irrelevancia, nunca sabremos quienes ni como exactamente saquearon las cajas hasta su ruina.
editado:
Ni sabremos en pago a que favores se las regalaron luego por la calderilla que llevaba en los bolsillos al tal Escotet.
![La quiebra de las cajas de ahorros gallegas sigue sin explicación [gal]](https://cdn.mnmstatic.net/cache/34/72/media_thumb_2x-link-3437210.jpeg?1609927447)
Comentarios
Los partidos nunca han querido esclarecer la desaparición de las cajas de ahorros en general. Entre todos las mataron...
El presidente del Parlamento de la Galicia, Miguel Santalices, da por hecho un dictamen de la comisión de investigación de las cajas gallegas a lo largo de esta legislatura. Así lo apuntó el pasado domingo en una entrevista concedida a la Radio Nacional de España. En la conversación, Santalices señaló que supone que habría conclusiones y apoyó que se podrán incorporar a las mismas muchos acontecimientos que fueron surgiendo desde la última paralización de la comisión parlamentaria.
Las fuerzas de la oposición discrepan de las declaraciones del presidente de la Cámara gallega y se muestran más pesimistas. A este respecto, las fuentes nacionalistas y socialistas consultadas por "Nós diario" señalan que el Partido Popular no tiene ningún interés en aclarar lo ocurrido con Caixa Galicia y Caixanova y ponen como ejemplo la única reunión de la comisión después de su activación en octubre. La reunión celebrada el pasado 11 de diciembre en el Parlamento de la Galicia duró doce minutos, sin que desde el Gobierno se entregara ninguna documentación nueva a los grupos de la oposición.
Los antecedentes no dan motivos para la confianza a nacionalistas y socialistas. La comisión de cajas se constituyó en su primera jornada en 2012, fue paralizada en 2017 y se volvió a activar en octubre de 2020, después de la presión de la oposición y una sentencia de la Audiencia Nacional que impugnó la política de la Xunta de Galicia en la materia. Sin embargo, la actitud en la misma del PP limitó las comparecencias, redujo la parte de estas a simples actos de trámite sin resultado práctico ninguno y puso limitaciones al acceso a la documentación llave, hasta terminar la cuestión delante del Tribunal Superior de Justicia de la Galicia (TSXG).
Diversos procedimientos judiciales seguidos contra los responsables y la operativa de Caixa Galicia y Caixanova han abierto alguna línea de investigación pendiente de ser ampliada y continuada. Así, la Audiencia Nacional sentenció en el juicio celebrado en 2015 contra el ex director general y ex presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y otros directivos de esta entidad por las jubilaciones millonarias que Caixa Galicia estaba prácticamente quebrada; y Caixanova, si bien no llegaba al nivel de insolvencia de Caixa Galicia tendría serios problemas.
Unas cajas inviables
Las conclusiones elaboradas por los juzgados coinciden con los informes elaborados en su momento por el Banco de España, el organismo regulador encargado de controlar las cuentas de las entidades de crédito y que avaló la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. En el procedimiento de 2015 contra Fernández Gayoso, el director del Departamento de Inspección de Banco de España señaló que Caixa Galicia era prácticamente inviable, que Caixanova estaba un poco mejor que Caixa Galicia, pero que también estaba mal, habida cuenta unos desequilibrios en ambas cajas que hacían que no pudieran funcionar por sí solas.
Las semejanzas en la situación contable no sorprenden, ya que Caixa Galicia y Caixanova compartieron operativa, modelo de gestión y orientación del negocio. Un buen ejemplo de esto fue su posición en relación al sector inmobiliario, que representó en 2007 el 23% y el 26%, respectivamente, de la cartera industrial de Caixanova y Caixa Galicia o su presencia en el capital de sociedades constructoras, sin ninguna relación con Galicia, como Sacyr o Colonial. En esta misma orientación se explica que las cajas gallegas destinaran miles de millones de euros a financiar el sector inmobiliario, aumentado entre 2003 y 2007 el crédito promotor de Caixa Galicia en 181% y de Caixanova en 120%. A mayores, el grueso de las inversiones inmobiliarias financiadas por ambas entidades se ejecutaron fuera de Galicia.
Las causas de la quiebra de las cajas gallegas son de diversa orden. Una parte de ellas tuvieron un carácter estructural, estuvieron asociadas a las políticas que provocaron la explosión de 2007 y abrieron la puerta a lo que los economistas dieron en denominar como Larga depresión. Otras apuntan a la falta de control de los organismos reguladores gallegos y estatales, que tenían asignada la función de supervisión y vigilancia. Aun así, gran parte de la responsabilidad recayó en los equipos directivos, a cuya cabeza se situaron José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso, con una práctica y gestión marcadas por la falta de rigor y con unas políticas de inversión que no atendieron la función social definida en la propia naturaleza jurídica de las entidades.
#1 Buena aclaración, si me permites yo lo resumo ESTAFA
Las comisiones de investigación no sirven para nada. Esto tiene que hacerlo un juez y dándole medios para hacerlo.
#5 No, no; está hecho un rojo o una roja.
Para ser claros, ni PP ni PSOE tienen interés en que se aclare nada. El PP mangoneó a placer la caja del norte, y el PSOE hizo lo propio con la del sur. Y aunque la del norte llegó cadáver a la boda, la del sur llegó agonizando. Fue una fusión fruto de un pacto de cobardes: las unimos y que las entierren juntas, y aquí no a pasado nada. Yo no destapo lo tuyo, y tu dejas tapado lo mío.
Salvo un vuelco electoral (que no se atisba) que mande a esos dos partidos a la irrelevancia, nunca sabremos quienes ni como exactamente saquearon las cajas hasta su ruina.
La explicación es sencilla:
PP = Corrupción
Yo antes votaba al pp, ahora me doy asco y pido perdón. Lo siento, no volverá a ocurrir.
#3 Espero que no te hayas pasado a su marca blanca (los naranjas) o aún peor, a su marca verde (excisión del PP)