Hace 9 años | Por SergioS a rebelion.org
Publicado hace 9 años por SergioS a rebelion.org

Como en las situaciones pre-revolucionarias, la posibilidad de victoria es una pequeña ventana abierta en un muro que pasa velozmente ante nosotros, por la que es necesario colarse. Y es aquí donde entra en juego la agencia, el “partido” como conspirador intelectual y organizador político. Y efectivamente, si pensamos en Don Alejandro, estamos pensando en el más leninista de los entrenadores; todo un revolucionario de la teoría de la agencia aplicada al baloncesto.

Comentarios

zoezoe

Buh!...si no menciona como entrenador maquiavélico a Pedro Ferrándiz, ese tal Iglesias no tiene NPI de baloncesto.



De lo otro...ya lo leo con más detenimiento

SergioS

#1 No tiene pérdida. Primero raja de España:

Es aquí donde entiendo que, por lo mismo que debemos solidarizarnos con los patriotas que no tienen equipo propio, los que somos de izquierdas y sufrimos un irredentismo particular soportando día tras día el nacionalismo español (por definición de derechas) y su bandera monárquica y postfranquista, deberíamos también ser objeto de una solidaridad similar, o al menos de una cierta compasión. Ya me gustaría a mí ver a los jugadores de la selección de basket con uniforme tricolor y escuchar un himno como La Marsellesa y no la cutre pachanga fachosa, antes de los partidos o cuando se gana algo.

Y luego desbarra con el marxismo y la URSS:

En el partido de esta mañana, el general del ejército rojo (esto ya me encanta) Aíto García Reneses ha planteado un esquema táctico brillante para buscar una posibilidad revolucionaria que, sencillamente, no se ha presentado.

[...]

El resultado final en el marcador en nada empaña estas enseñanzas revolucionarias. De hecho, nos ha librado de aguantar el himno, de las celebraciones de exaltación nacional, del orgullo de ser español (yo preferiría sentirme orgulloso de algo un poco más meritorio) y de la sucesión de infames actos protocolarios que acompañan los éxitos de los héroes de la patria. Ya tuvimos esta suerte en el pasado europeo de Madrid, con el extra añadido de escuchar los acordes del viejo himno soviético y poder recordar esa final mítica de Munich 72 en que la Unión Soviética, con canasta de Sergei Belov en el último segundo a pase de Ivan Edeshko, hizo morder el polvo a los estadounidenses, en plena Guerra Fría.

Pero la Guerra Fría acabó y, con ella, el secuestro del pensamiento de Lenin, en las manos los burócratas soviéticos. Por eso hoy podemos decir que Lenin ha sido, con mucho, el MVP de la final.

SergioS

#1 Ah, pobres italianos celebrando la victoria, no sabían lo que les esperaba. lol