Hace 9 años | Por --466336-- a examiner.com
Publicado hace 9 años por --466336-- a examiner.com

Weatherly dice que hay miles de avistamientos de estos niños de ojos negros. A veces viajan en parejas, a veces en grupos y a veces verás sólo a uno. Tocan a las puertas y ventanas en todo el mundo, pidiendo que se dejara entrar.

Los testigos informan de estos extraños niños pidiendo a entrar en la casa para usar el teléfono o para un viaje a casa porque están perdidos o se les olvidó algo. Su tono es monótono y exigente y sin importar lo que se les diga, dicen poco más que "No te haremos daño. Esto no tomará mucho tiempo.''

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Cuando un hombre de Dallas llegó a su casa, vio a un chico en la puerta que repetía "Creo que es la hora de comer. Deberías invitarme a entrar." Su protector pitbull vino corriendo hacia la puerta principal, pero a medida que se acercaba al chico, empezó a gemir y se escapó, escondiéndose debajo de la cama durante varios días.

Un hombre llamado Pablo estaba solo en casa cuando alguien llamó a la puerta. La abrió y vio a dos niños de unos 10 años parados en los escalones con la cabeza hacia abajo...
"Hey, pensamos que podíamos para aqui por un rato" Los chicos insistieron para que les dejaran entrar en la casa. Pensando que se habían equivocado de casa, Paul dio un paso adelante para verlos mejor e hizo contacto visual. Sus ojos eran de color negro sólido, incluyendo la esclerótica.

Alrededor de las 10:45 en una noche cálida, Carris Holdsworth de unos 18 años, se acercó a su apartamento en Lisburn, Irlanda del Norte y vio a dos adolescentes en sudaderas y pantalones vaqueros de pie en su patio de espaldas a ella. Cuando intentó escapar sin ser vista, buscó en su bolso un spray de pimienta. En ese mismo momento, los chicos se volvieron hacia ella y, como si leyeran su mente, uno de ellos dijo, "No hay necesidad de eso, sólo quiero pedirle prestado el teléfono, señorita." Cuando ella alcanzó a ver sus ojos negros, sin rastro de color blanco o de pupila, se asustó y corrió a su apartamento, cerrando la puerta detrás de ella. Los chicos la seguían de cerca, y llamaron a su puerta. Ella los ignoró. Después de un segundo golpe, temiendo por su seguridad, ella llamó por teléfono a un amigo para que viniera. Cuando el amigo llegó, los chicos salieron corriendo.