Es tiempo de setas. En otoño, los buenos aficionados a este manjar estamos de enhorabuena, que los bosques bullen de hongos. Y las fruterías, para quienes preferimos asegurar el tiro. Comer setas, además de ser una exquisitez gastronómica, puede llevarnos más allá de las puertas de la percepción —¡esos hongos alucinógenos con ácido lisérgico!— o directamente al inframundo, si erramos en la elección. ¿Se acuerdan del comienzo de la película ‘Airbag’, aquella maravillosa gamberrada de Juanma Bajo Ulloa, con el mismísimo Karlos Arguiñano
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