Hay momentos en los que la historia nos mira y hay que devolverle la mirada, y este es uno de ellos. Este fin de semana, mientras Black Sabbath regresaba a Birmingham para ofrecer el último concierto, el cierre definitivo, la última ceremonia pública de su existencia, uno no puede evitar pensar que no hay mejor instante que este para volver a ellos, para volver al principio. No por nostalgia ni por esa pereza conservadora que a veces convierte las despedidas en rituales de museo, sino porque todo —absolutamente todo— empieza allí.
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SimpsonSabbath ya lo hicieron"Cuestión de gustos....