Desde 2007, Israel impide la entrada de buques extranjeros en Gaza gracias a un bloqueo marítimo en la zona sin derecho alguno que lo respalde. La respuesta de los genocidas no se ha salido del guión al que nos tienen acostumbrados, dicen que es una "provocación" y han vuelto a deslizar que la flotilla contaba con el apoyo de Hamás. El argumento de la provocación ha tenido un reflejo en su socio y cómplice estadounidense, que ha aprovechado para soltar sus mierdas habituales.