Si alguna vez has visto un Komondor, es probable que hayas pensado que se trata de una oveja extraviada en el mundo de los perros. Con su pelaje largo y rizado que forma mechones similares a los de una estropajo, este imponente canino parece más un personaje salido de una película de fantasía que un perro de verdad. El komondor ha sido utilizado durante siglos como un perro guardián de rebaños. Y si el Komondor parece una oveja, el puli podría confundirse con un Rastafari canino. Ambas razas provienen de Hungría.