No se trata simplemente de expresar emociones en redes, algo completamente válido y humano. El sadfishing apunta a un uso más estratégico o exagerado del sufrimiento, que genera una respuesta del entorno digital: likes y comentarios de apoyo, interacciones que refuerzan la conducta. Psicológicamente, es posible entender el sadfishing como una forma de búsqueda de validación social.