Para hacer más robustas las comunicaciones móviles en el futuro, Telefónica quiere que la mitad de sus 22.000 emplazamientos que alojan las antenas móviles sean capaces de mantenerse en funcionamiento durante al menos 2 horas. Otro 40% compuesto por sitios situados en zonas más estratégicas, tendrán que seguir en marcha el doble de tiempo, hasta 4 horas.