La inteligencia artificial tiene el poder de afrontar los retos de la humanidad, grandes y pequeños, desde programar reuniones hasta modelar moléculas. Pero para transformar realmente nuestra forma de vivir y trabajar, necesitamos un asistente de IA(nueva ventana) construido de forma responsable, dando prioridad a las personas y a la privacidad. Hoy en día, las grandes tecnológicas están repitiendo los errores de los primeros días de Internet. En lugar de utilizar la IA para servir a las personas, están convirtiendo a las personas en productos