La carrera por regular la inteligencia artificial avanza a toda velocidad, y China ha decidido tomar la delantera con una de las normativas más estrictas hasta la fecha: la obligación de etiquetar todo el contenido generado por IA en internet, ya sea texto, imágenes, audio, vídeo o cualquier tipo de material virtual. La medida, que entró en vigor el pasado marzo, exige que los proveedores de servicios digitales y las plataformas de redes sociales incorporen etiquetas visibles y marcas invisibles que permitan a los usuarios identificar el origen