Parece ser que fueron los egipcios, hace unos 4000 años quienes por primera vez calcularon con bastante exactitud la duración del año.
Lo hicieron gracias a un fenómeno celeste que tú mismo podrías observar un día de estos de madrugada: El orto helíaco de Sirio, la primera vez en que puede verse esta brillante estrella después de varios meses sin haber sido posible hacerlo.